Encubierta |Led Zeppelin| | ₊₁₈|

8. Lucifer and the Minx ₊₁₈

27 de agosto de 1971.

San Antonio, TX.

—Me duele la garganta. —Se quejó Plant antes de salir del hotel.

Robert no estaba de buen humor ese día. Olivia dedujo que debía ser algo muy agotador dar un concierto tras otro, sobre todo si comenzaban con Inmigrant Song todas las noches, y aunque se habían tomado un día libre involuntario eso no parecía ser suficiente.

Bueno, eso del descanso era solo una expresión, ninguno había descansado como tal porque se habían quedado de fiesta toda la maldita noche. Parecía que habían pasado muchas cosas aunque solo recordaba unas cuantas. Sus planes originales eran no beber y estaban funcionando hasta que Bonham comenzó a darle tragos de vodka, perdió la cuenta después del quinto.

No era buena idea seguirle el ritmo al baterista.

A pesar del dolor de garganta del cantante el concierto de esa noche fue increíble, y aunque Olivia no sabia como se suponia que un cantante debia cuidar su voz, decidio prepararle al rubio un te con miel. Era lo que ella siempre hacia cuando a alguien en su casa le dolia la garganta. También le recomendó hacer gárgaras con agua tibia y sal.

—Gracias Lana. —Aceptó el té y comenzó a beberlo. Era terrible, los americanos no sabían hacer buen té, aún así no le dijo nada. La castaña se sentó a su lado suspirando. —¿Ahora si vas a hablarme? Llevas casi una semana con nosotros y siempre me evitas, algo muy raro en las mujeres debo decir.

—Solo quiero ser amable, a nadie parece importarle que te duela la garganta. —Señaló a los otros tres que estaban haciendo sus cosas. Peter hablaba con el organizador del concierto mientras tanto Richard coqueteaba con una de las chicas que el mismo Robert había llevado la noche anterior.

No lograba entender de dónde salían tantas chicas. Era ridículo. Ella no era una fan, así que no podía comprender todo el alboroto alrededor de sus personas, eran atractivos pero no entendía porque esas chicas se volvían locas por ellos. Algunas veces eso parecía un harem, Olivia intentó llevar un conteo de las chicas desde su llegada, perdió el hilo después de la número veintitrés.

—¿No te molesta eso? —Olivia señaló a Richard quien ya se había ido a encerrar al baño con una pelinegra de largo cabello.

Robert se encogió de hombros restándole importancia. No le importaba lo que hacían las chicas después de acostarse con ellas. No es como que lo hubiera dicho, pero eso daba a entender sus acciones. De los cuatro, Robert era quien más conquistas podía tener en una noche, Jimmy sólo lo había hecho con Olivia hasta la noche anterior —O eso suponía ella—, Bonham se preocupaba más por emborracharse, a Jones quizás lo había visto una vez con una chica. Jones trataba de no involucrarse demasiado con mujeres porque sinceramente, muchas veces traían más problemas que otra cosa.

—Supongo que esta es tu primera vez ¿No? —Le preguntó el rubio a la castaña quien lo miró confundida. —Me refiero a que debe ser tu primera vez con una banda, con músicos en general. —Ella asintió. —Era de suponerse, miras todo con ojos de Bambi recién nacido.

—¿Así es como tú coqueteas? —Cuestionó con diversión. —¿Les dices a las chicas que parecen un personaje animado de los cuarentas?

—¿Quién te dijo que estaba coqueteando contigo? —Respondió de la misma manera.

—Touché. —Olivia mordió su labio conteniendo una risa. —Tu pareces ricitos de oro.

—¿Así es como tú coqueteas? —Utilizó las propias palabras de Olivia en su contra.