Encubierta |Led Zeppelin| | ₊₁₈|

22. Help you get through the night.

10 de septiembre de 1971

Syracuse, Nueva York.

Decir que estaba nerviosa era poco. Sus manos temblaban y su garganta estaba completamente seca a pesar de que ya se había bebido todas la botellas de agua que había en el auto.

A su lado, Jimmy conversaba con Peter, ajeno al posible ataque de pánico que Olivia estaba por tener. Los planes eran sencillos, pero no podía dejar de crear escenarios en su cabeza, escenarios donde todo salía mal.

Posiblemente porque a estaba acostumbrada a que todo le saliera mal.

Observó la ciudad pasando frente a ellos. Syracuse era una ciudad pequeña, aunque llena de jóvenes estudiantes que aquel día abarrotaban las calles. Como si hubiera mucho que hacer en 'Cuse, pensó.

El auto se detuvo frente al Marriott haciendo que el nudo que sentía en su estómago se hiciera diez veces más grande. Ya había estado en ese hotel varias veces y los recuerdos le hacían sentir nauseas.

Una vez debajo del auto les siguió, como si fuera un robot programado con esa función específica. Ni siquiera se molestó en observar lo que pasaba a su alrededor. De haberlo hecho, Olivia habría notado que Samuel y Joe también se encontraban ahí.

Lo primero que Joe notó fue que Olivia se veía tan bonita como siempre. Su cabello estaba suelto y sorpresivamente había dejado a sus rizos libres, usaba un suéter azul, una minifalda, sus botas y lentes de sol. También iba tomada de la mano de un hombre de barba y cabello lago que reconoció como Jimmy Page.

Toda la banda estaba ahí, y eran exactamente como los había imaginado. Led Zeppelin era toda un aura, eran un poder que ni siquiera sabía cómo comparar. No podías pasarlos por alto y la peor parte era que Olivia parecía ser parte de ellos. Encajaba como si siempre hubiera estado ahí. Olivia pertenecía ahí.

Desaparecieron de su campo de visión, dejándole un extraño sabor de boca.

—¡Es mamá! ¿Quién esta con ella? —Sammy llamó la atención de su padre tirando de la manga de su abrigo.

—Sus amigos. —Joe tomó las llaves de la habitación del mostrador y las guardó en su bolsillo. Tomando su maleta en una de sus manos y la mano de Samuel en otra. —Venga Sam.

Cuando Jimmy y Olivia entraron a la habitación el agotamiento se estaba apoderando de sus cuerpos. No habían dormido mucho la noche anterior y ninguno había dormido en el avion. A ese punto simplemente estaban funcionando en piloto automático. Ambos se tumbaron sobre la cama sin preocuparse en encontrar una posición cómoda. Olivia jugó con el cabello de Jimmy, haciendo que este comenzara a cerrar los ojos.

La castaña se levantó de la cama, dirigiéndose al baño. Cada vez se sentía más nerviosa, sus manos temblaban y su corazón estaba acelerado. La reunión con su familia era algo que no debió haber planificado, debía trabajar mucho más en su impulsividad porque lo que creyó que no sería la gran cosa si era la gran cosa. Observó su rostro, su piel se veía más pálida que nunca y, sin embargo, se había comenzado a cubrir con pecas debido al sol. La palidez tampoco ayudaba mucho a disimular sus ojeras.

Dios, tenía que dormir mejor.

Después de su ducha salió del baño, encontrándose con Jimmy estirándose sobre la cama. Olivia tomó ropa interior limpia y se la colocó ante la mirada atenta del hombre. La castaña se cruzó de brazos deteniendo sus movimientos y girándose a verlo.

—¿Qué? —Le cuestionó a Jimmy que esbozó una sonrisa divertida.

—Nada. —Se encogió de hombros. —Eres realmente una maravilla. —Olivia sonrió.