Encubierta |Led Zeppelin| | ₊₁₈|

13. conversations in the room

1 de septiembre, 1971.

Después de llegar al hotel, Olivia se durmió durante otro rato, Jimmy le hizo compañía.

La noche anterior, después de asegurarse que Olivia no estuviera muerta, siguió su noche como de costumbre solo por un rato, después entró a la habitación y descansó junto a ella.

Olivia tenía la habilidad de hacer a la gente dormir tranquilamente cuando estaban a su lado. En su vida, esa habilidad solo le había servido para dormir a Samuel cuando era un bebé, pero a Jimmy le estaba resultando increíblemente beneficiosa. Nunca había dormido tan bien durante una gira.

Era como una pastilla para dormir, no en un mal sentido. Petunia mencionó que la mujer tenía un aura que emanaba tranquilidad y paz.

Por desgracia, esa aura no le servía a la propia Olivia, que estaba al borde de un nuevo colapso mental.

Y hablando de Petunia, Olivia la veía moverse de un lado de la habitación al otro, recogiendo sus cosas.

Petunia tenía la particular habilidad de convertir cualquier habitación de hotel en un desastre en cuestión de minutos. No era posible que tanta ropa pudiera caber en una maleta tan pequeña como la que tenía la castaña.

Peter le había dicho que tenía que irse y eso estaba haciendo. La periodista no tenía idea de dónde Petunia sacaba dinero para sus aventuras o cómo planeaba irse a casa, aunque no parecía para nada preocupada.

Olivia se dijo así misma que aquel era el momento, esa era su oportunidad de hablar con ella.

—¿Petunia? —Llamó finalmente, la nombrada detuvo lo que estaba haciendo, mirándola fijamente. —Necesitamos hablar.

—No, no lo hacemos. —Tomó un vestido, que Olivia reconoció como suyo y lo guardó en su maleta, la mujer no dijo nada, pero frunció ligeramente el ceño.

—Me lo debes.

—No, no lo hago.

—Considerando el hecho de que te di un lugar donde dormir, indirectamente también te di la oportunidad de viajar con Led Zeppelin, no te dije nada por drogarme y tampoco por todas mis cosas que llevas en esa maleta, lo haces. —La castaña rodó sus azules ojos.

—Te dije que no quería que me involucraras.

—De cualquier manera, vas a irte ya. —Le recordó. —Me ayudaría mucho si hablas conmigo.

—¿Qué intentas hacer, Olivia? —La mayor se cruzó de brazos. —¿De qué sirve que hable contigo?

—Yo... quiero saber si estás bien. —Petunia la miró incrédula. —Quiero decir... Pareces bien, pero quiero entender...

—¿Entender qué?

—¿Cómo terminaste aquí? ¿Te gusta estar aquí? ¿Dónde están tus padres? ¿Cuál es tu verdadero nombre? ¿Cuántos años-?

—Son muchas preguntas. —Petunia la detuvo. —¿Qué gano contándote? Eres peligrosa, no voy a arriesgar lo que tengo por culpa de tus estupideces.

—¿Y qué es lo que tienes? Solo ayúdame a entender.

—Soy confiable. —Olivia miró con confusión. —Me he ganado la confianza de todos en este mundo y no voy a perderla, especialmente no por ti. Ya estoy jugándome mucho por guardar tu secreto.

—¿Y por qué necesitas ser confiable? —No le gustaba ser insistente cuando hablaba con las personas, pero Petunia era particularmente cerrada y daba pocas pistas claras.

—Para seguir viniendo. —Olivia la miró, diciéndole "Continúa". —No sé tú, pero realmente me gusta esto. No importa con qué banda esté, pero si quiero seguir en la carretera, escuchando su música, tengo que ser confiable.