Encubierta |Led Zeppelin| | ₊₁₈|

9. not so secret secrets

29 de agosto de 1971.

Nueva Orleans, LA.

El día comenzó de una manera terrible.

En primer lugar, ella y Jimmy habían sido idiotas y perdieron el vuelo junto a la banda.

Olivia estaba muy cansada y simplemente se quedó en su habitación a dormir, Jimmy le hizo compañía lo cual era raro porque en general dormía poco. El veintiocho de agosto fue un día perdido para ella, no merecía la pena de ser contado, según su parecer.

Por alguna razón, y aunque técnicamente no fue su culpa que Jimmy perdiera el vuelo, parecía enfadado con ella. Olivia estaba enfadada porque Jimmy estaba enfadado sin motivo así que no se habían hablado durante todo el vuelo a Nueva Orleans. Peter iba a matarla y, además, estaba teniendo su periodo, nada le podía salir peor.

Tenía un humor muy malo, le dolía todo el maldito cuerpo y no había podido dormir nada en el avión. Sólo quería un maldito chocolate ¿Era mucho pedir un maldito chocolate?

El viaje en avión había sido relativamente tranquilo. No habían conseguido un vuelo hasta esa mañana y aunque se sentía muy cansada, ella no podía dormir en los vuelos. Una vez que subió al auto que los esperaba en el aeropuerto, apoyó su cabeza contra el cristal del coche y empezó a quedarse dormida.

—¿Has conseguido dormir algo? —Preguntó Jimmy en voz baja mientras miraba su reloj.

—No. —Olivia respondió secamente. —Estuviste roncando.

—Lo siento.

—Descuida. De todos modos, no duermo en los aviones. —Le restó importancia con un suspiro, pellizcando el puente de su nariz e intentando dormir durante lo que les quedaba de viaje en coche.

—Ven aquí. —Dijo Jimmy, tirando ligeramente de su brazo, tratando de acercarla a él. Olivia volvió a abrir los ojos y frunció los labios. —Nunca te quedarás dormida con el movimiento del auto. Es lo menos que puedo hacer.

Olivia se deslizó hasta donde estaba sentado Jimmy y apoyó la cabeza en su hombro. Olía a tabaco y shampoo, por alguna razón lo encontró reconfortante, así que se quedó dormida.

Después de lo que parecieron segundos, Jimmy la despertó, anunciando su llegada al hotel. No quería moverse, le dolía el cuerpo.

—Estamos aquí, Lana. Despierta. —Olivia gimió, solo quería descansar, además estaba ligeramente asustada de lo que Peter podría hacer.

—Peter me va a matar. —Se quejó.

—Intentaré evitarlo. De todos modos, es mi culpa que hayamos llegado tarde, yo fui el que nos dejó dormir más. —Contestó Jimmy, intentando una vez más que ella abriera los ojos. Sus ojos finalmente se abrieron y miró a Jimmy, que seguía sentado con su hombro apoyado en ella.

—Dios, estoy cansada. —Dijo, levantando la cabeza y estirándose todo lo que pudo en el reducido espacio. Después de estirarse, volvió a mirar a Jimmy. Tenía una pequeña sonrisa dibujada en la cara, pero Olivia no podía intuir por qué.

—Te ves guapa cuando te estiras. —Soltó de repente. Era como si él supiera lo que ella estaba pensando cuando lo miraba.

—No digas eso... —Empezó a hablar, pero se detuvo cuando Jimmy se inclinó hacia ella, presionando sus labios contra los suyos tan ligeramente como pudo, ahuecando su mejilla con la mano. Aunque sorprendida al principio, dejó escapar un suspiro de satisfacción mientras se fundía con él, devolviéndole finalmente el beso.

—Todo va a estar bien, Peter no va a matarte. —Le dijo una vez que se separó, acariciando su cabello suavemente y empujándolo detrás de su oreja. La besó de nuevo suavemente antes de tocar su frente con la de ella. —Vamos.