Encubierta |Led Zeppelin| | ₊₁₈|

19. Forget you, forget me ₊₁₈

6 de Septiembre de 1971.

Cuando despertó en la mañana siguiente se sentía terriblemente enferma.

Maldito whisky.

A su lado, John aún descansaba sobre la cama. Olivia se levantó tratando de no hacer ruido alguno, buscó sus pantuflas caminando por el suelo con el mayor cuidado posible. Cuando las encontró salió de la habitación rápidamente, tratando de fingir que no había dormido ahí la noche anterior.

Al otro lado del pasillo estaba la puerta de Jimmy, mirando a su alrededor avanzó hasta esta, rogando que estuviera abierta.

Lo estaba, haciéndola suspirar con alivio.

Al entrar pudo ver qué el guitarrista seguía dormido en la cama. Ella se recostó a su lado, mirando el techo mientras esperaba que despertara. No sabía qué hora era, pero aún parecía muy temprano.

Después de cinco minutos contemplando su existencia, giró la mirada hacia la mesa de noche de Jimmy, aparentemente el hombre había hecho lo mismo que ella. O eso le decía la botella de whisky a medio beber que se encontraba ahí.

¿Qué dañó haría un trago más? Se sentiría mejor si tomaba un trago.

Extendió su brazo, tomando la botella y llevándola directamente a sus labios.

Primera mala idea del día.

Inmediatamente sintió arcadas. No tuvo tiempo de levantarse de la cama, sólo pudo girarse y vomitar contra el suelo. El ruido despertó a Jimmy, que inicialmente miró con confusión a la persona a su lado, después la reconoció como Olivia.

—Oh mierda, ¿Qué te pasó? —Olivia no respondió.

No tenía idea de cuando Olivia había entrado a la habitación, o porque estaba vomitando violentamente. Cuando pudo detenerse se sintió increíblemente avergonzada. Limpió las comisuras de sus labios, para después darse cuenta de que no tenía con que limpiar sus manos.

—Maldita sea.

—Quédate quieta. —Ordenó el guitarrista levantándose de la cama.

Observó la escena, la botella de whisky a su lado le daba una pista del porque había vomitado. Sin embargo, era la única pista que tenía sobre la situación.

Pocos segundos después regresó con una toalla, Olivia la aceptó soltando un pequeño gracias antes de limpiar sus manos.

—Lo siento... por despertarte... y por vomitar.

—Descuida, ¿Te sientes mejor ahora? —Ella asintió, colocando la toalla en su mesa de noche. —¿Cuándo llegaste?

—Hace como diez minutos. —Jimmy volvió a recortarse en la cama.

—Intenté buscarte anoche. No pude encontrarte. —Olivia tragó saliva. —No fue una buena noche, tuve que echar a la rubia, era... incluso peor que tú. —Olivia soltó una risa.

—¿Peor que yo? Pff, debió ser una pesadilla. —Bromeó mientras se recostaba. —Que difícil debe ser tu. No puedes ni tolerar a una bonita rubia por más de una noche.

—No pude tolerar a la rubia porque te tengo que tolerar a ti. —Olivia lo miró ofendida.

—Bueno, soy más bonita que la rubia. Definitivamente vale la pena tolerarme.

—¿Eres más bonita? —Lo era, pero no esperaba que Olivia dijera algo así.

Su ego estaba muy alto esa mañana.