11 de septiembre de 1971
NY.Cuando despertó esa mañana Olivia intentó levantarse de la cama, sin embargo, el brazo del bajista estaba envuelto alrededor de ella. La luz que se colaba por la ventana era tenue, lo que le hizo saber que aún era temprano por la mañana. Un mirlo la había despertado y no dejaba de cantar, al inicio había sido agradable pero después de unos minutos la fastidió.
—John. Despierta. —Le pidió, intentando mover su brazo. —Venga, despierta, levántate y brilla Jonesy. —Dijo en un tono cantarín.
—Cinco minutos más. —Se removió sobre la cama, apartando su brazo y liberando a Olivia.
—Toma tus cinco minutos, solo quería que movieras tu brazo. —Le revelo, levantándose de la cama para estirarse. John abrió uno de sus ojos, mirándola con atención. —Tienes un brazo pesado para alguien tan delgado como tú.
—No soy tan delgado. —Se defendió. —Pareces un león. —Hizo un gesto hacia su cabello.
—No eres gracioso. —Intentó peinar su cabello con sus dedos, fracasando y haciendo reír al bajista. —No te rías.
—Te queda bien. —Olivia apretó los labios, conteniendo una sonrisa. —Te da personalidad.
—Personalidad de loca, definitivamente. —Olivia miró el rostro de John. Las mejillas bañadas de pecas, la naciente barba sin afeitar, los labios… —Creo que debo irme ya. —Señalo la puerta, John asintió. —Te veo después, John.
—Te veo después, Lana.
Salió de la habitación con rapidez y avanzó por los pasillos aún más rápido. Agradeció que Jimmy no tuviera la costumbre de cerrar la puerta cuando ella no regresaba por la noche, el hombre aun descansaba en su cama, el pelo cayendo alrededor de la almohada, con las extremidades extendidas y la respiración tranquila.
Debía pensar muy bien en que le diría y que era lo que haría.
Una de las partes más complicadas de estar con Jimmy es que tenía que calcular todos sus movimientos y, algunas veces su impulsividad le jugaba en contra. Tenía que encontrar la manera de mantenerlo contento con su presencia y una de esas maneras definitivamente era el sexo.
Joe le había dicho que no podía arreglar todos sus problemas con sexo, pero definitivamente podía arreglar algunos.
Es que aquella era la base de su relación con Jimmy. Lo demás pasaba a segundo plano y a decir verdad eso lo hacía mucho más fácil. Era más como un… intercambio. Jimmy obtenía lo que quería, ella también, y ambos estaban satisfechos. Era un buen trato, a pesar de que Jimmy no conocía todas las implicaciones que representaban la presencia de Olivia en la gira.
La castaña avanzó hasta el baño, tomó una ducha rápida e incluso pudo estilizar su cabello de manera en la que ya no se veía como una maraña incontrolable. También cepilló sus dientes, dándose cuenta de que una vez que volviera a Nueva York tendría que ir al dentista. Tanta cerveza y cigarrillos le habían comenzado a manchar los dientes. Hizo una mueca y suspiró avanzando hacia la cama y tirándose en esta. Solo estaba usando bragas y nada mas.
—Jimmy. —Lo llamó, moviéndolo con delicadeza. —Jimmy. —El hombre intentó apartarse para seguir durmiendo, pero Olivia depositó un beso en sus mejillas. —Despierta, estoy aburrida.
—Déjame dormir Olivia. —Pidió con un ligero tono de frustración.
—Jimmy. —Se acercó más a él. —Te necesito. —No hubo respuesta. Jimmy seguía en los brazos de Morfeo, algunas veces era imposible despertarle, Olivia solo podía rezar para que esa no fuera una de esas veces. —¿Y si te hago una paja?
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Encubierta |Led Zeppelin| | ₊₁₈|
Fanfiction-¿Dioses del rock? No, no son dioses. No importa lo fantástica que sea la música que hacen. Led Zeppelin no son dioses, son sólo hombres, nunca he tenido miedo de los hombres y no voy a empezar a tener miedo de los hombres ahora, especialmente NO po...