Capítulo 18

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Las feromonas son sustancias orgánicas que tienen la finalidad de volatizarse y producir una reacción en forma de descargas neuronales o reacciones químicas en cascada al llegar a su receptor. Se trata, básicamente, de un medio de comunicación bioquímico entre organismos de la misma especie.

La feniletilamina (FEA) es un compuesto orgánico perteneciente a la familia de las anfetaminas, conocido como una amina aromática que desencadena gran parte del proceso del enamoramiento. La FEA es producida, en muchas ocasiones, como respuesta a las descargas eléctricas estimuladas por la imagen procesada en la corteza visual y la estimulación del sistema límbico, así como por las feromonas captadas en el medio ambiente y desprendidas como sustancias odoríferas de un individuo afín, de manera que al encontrarse cerca de la persona que produce estas feromonas, la producción de FEA en el organismo aumentará considerablemente, ocasionando con esto una cascada compleja de reacciones bioquímicas.

Sin embargo, antes de que esta cascada tome lugar, la FEA se esparce por todo el cerebro ocasionando con ello un estado de semi-inconciencia en el que la visión deja de ser periférica y se centraliza para producir un mayor enfoque en el individuo en cuestión. El oído, la coordinación de movimientos y el habla, disminuyen considerablemente y aumenta la conciencia sobre las palpitaciones, el movimiento intestinal, la respiración y los gestos.

Tener al cuerpo tan débil no es bueno y en respuesta a esto el cerebro inicia un aumento en la secreción de dopamina y norepinefrina, neurotransmisores que al estimular al hipotálamo producen vasoconstricción con consiguiente aumento de la presión arterial, aumento de la temperatura, sudoración, aumento de la frecuencia respiratoria, dilatación de la pupila y contracción visceral, lo que explica médicamente la sensación de mariposas en el estómago como una respuesta meramente adrenérgica.

Dentro de esta cascada, se encuentra la producción de dopamina, (que origina la motivación, el placer, la atención y la sensación de recompensa), oxitocina, (una hormona que durante el proceso de parto se encarga de estimular las contracciones uterinas, durante la lactancia se encarga de establecer el lazo afectivo madre-hijo y durante el enamoramiento se encarga de aumentar el deseo sexual) y la serotonina (cuyo papel importante radica en la regulación de la angustia, la ansiedad, el miedo, la agresividad y la depresión).

El verdadero problema es que el organismo acepta estas conductas como un estado de bienestar físico, emocional y funcional, y no ayuda que la FEA sea perteneciente al grupo de las anfetaminas ocasionando cierto grado de adicción a este proceso de cascada. Es por eso que, en muchas ocasiones, podemos ver amores tóxicos dispuestos a seguir hasta el final, literalmente. En realidad, se ha demostrado científicamente que éstas personas pueden tener una adicción importante a la FEA y las reacciones que desencadena, obligando a la víctima a continuar con el agresor sin razón aparente, esto siempre acuñado a trastornos mentales de dependencia emocional que amplifican el efecto nocivo.

Tuve que repetirme lo anterior durante el almuerzo un par de veces. Necesitaba entender que era aquella sensación que me estaba abrigando. No entendía por qué sentía la necesidad de llegar a la clase de farmacología, sentarme junto a la ventana y fingir que era una clase provechosa e interesante.

Los engranes en mi cerebro comenzaron a girar embonando las piezas de la corona como un rompecabezas profesional.

Su camisa. Me había impregnado de sus feromonas durante la noche anterior, sin darme cuenta mi cerebro estaba aumentando la producción de feniletilamina y el aroma del chocolate caliente (que también contiene grandes cantidades de FEA) lo había potencializado.

Me había drogado con feromonas y chocolate.

Y ahora deseaba, inexplicablemente, tenerlo cerca una vez más.

La química del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora