8. Ganar o perder.

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JYH.

Yeosang me obligó a contarle que fue lo que paso aquella noche con detalle, además de explicar lo que me llevó a besarle y que sentí en el momento de hacerlo. La verdad no me arrepentía de lo hecho.

Al parecer Seonghwa creyó que encontramos a Jongho cuando volvíamos a casa después de cerrar la pastelería e incluso nos agradeció. Claro que eso no quita su mirada asesina que parecía matarme cada que yo respiraba, pero no lo culpo ya que soy el ex de su novio. Su novio cual besé sin descaro.

Después de lo sucedido no ví a Jongho y mucho menos a Seonghwa, tal vez estaban muy ocupados en su reconciliación, después de todo son novios.

Hace días comenzó a empeorar mi salud y Yeosang lo justificaba con que era "pirqui ni vis a ti isiti" y tal vez tenía un poco de razón en sus palabras, yo solo quería ver a Jongho.

Deje de comer bien, de dormir mis horas e incluso comencé a faltar al trabajo.

En mi mente solo pasaban escenas de lo que quizá hubiera sido de mi "ahora" si no hubiera terminado con Jongho y hasta creó que mi madre continuaría a mi lado. Todo era doloroso.

Una boda, mi mamá soñaba con el día en el que su único hijo se fuera a casar; ella solía contarme en todo lo que haría en cuanto el día llegará y anhelaba que yo terminará de blanco junto a Jongho. Pero ese día que le conté que nuestra relación terminó se puso tan triste que ya no era la misma. Todo cambió en mi alrededor.

La depresión estaba volviendo.

Kang invitó varias veces a Mingi, hablábamos de unas cosas y después se iba a casa; ambos intentaban en hacer que no me dejará caer y continuará con lo había hecho, pero no podía.

Yo estaba perdiendo a Jongho, estaba perdiendo la batalla del amor, estaba perdiendo todo lo que amo. Perdí.

La puerta era tocada una y otra vez siendo constantes, era como si fuera algo muy urgente y, desde lo que paso con Jongho, no confiaba en los que no me decían quien era.

—¿Quién es?— pregunté esperando una respuesta, pero solo siguieron tocando —si no me dice no le voy a abrir, dejé de molestar. Mierda.

No hubo respuesta, solo tocaban una y otra vez acabando con mi poca paciencia disponible. No quería abrir y aparte no tenía ganas de recibir a alguien en la puerta, mucho menos alguien tan molesto como el que se encontraba atrás de esa puerta.

Un lado de mí me pedía a gritos que abriera la puerta y averiguará de quien se trataba, pero otro lado de mí me pedía que no lo hiciera porque me podía arrepentir. Sinceramente me daba miedo.

Uno, dos, tres toques más sonaron y yo no tuve de otra que abrir la puerta.

Mala idea, mala idea, mala idea.

—Hasta que abres la maldita puerta, Jeong.

—¿Qué haces aquí Seonghwa?— pregunté con molestia, Park no era alguien al que quisiera recibir de buena manera.

—¿Aún lo preguntas? No quiero verte cerca de Jongho— dijo empujándome al interior de mi casa —, no quiero que le busque o algo por el estilo. Jongho es mi novio y no pienso perderlo.

—Lo tienes a tu lado, ¿qué es lo que te preocupa?

—Ay Yunho, es una guerra— comenzó a reírse en mi cara —, una guerra de tí contra mi. Es ganar o perder querido, ganar o perder.

—¡Ah! no me digas que lo adivino, Jongho es el premio ¿no?— le miré con la misma gracia —Él no es un maldito juego, Park.

—Para mí no es un juego, Jongho es mi novio y lo quiero solo para mí.

—Que egoísta eres, ¿te preocupas por la felicidad de él?— pregunté comenzando a estar molesto por su presencia en mi casa —tu lo dices, ganar o perder y déjame decirte que si sigues de esa manera tú vas a perder.

—Yo amo a Jongho como no tienes idea y no pienso dejarte un caminó fácil.

—No te preocupes, que él si me lo va a dejar. Jongho me ama a mí, acepta eso Park.

—Le hice esa pregunta y no me respondió. Idiota.

Y antes de que pudiera responderle Mingi apareció en la puerta de mi casa notando de la presencia del mismísimo Park Seonghwa, no tenía ni la menor idea de su presencia y si seguía ahí juraba que le rompería la nariz.

—Te salvó la campana— le dije a Park con burla dándole fin a nuestra conversación y sin ayuda alguna le saque de mi casa dejando a Mingi dentro de está.

—¿Qué hacía él aquí?

—Nada, solo me vino a decir que estamos en guerra— conté sin importancia y es que la verdad no me importaba —creó que tiene miedo que Jongho me amé, él dijo que es ganar o perder y él ya perdió.

—¿Eso quiere decir que no te vas a dejar?

Asentí con la cabeza, algo que tenía en claro es que no iba a perder tan fácil a Jongho. Al menos tenía que dar un poco de batalla y para ello tenía que poner manos a la obra.

Pero tal vez eso tenía que esperar, porque me sentía terriblemente mal y quizá era por mis días de no comer y no dormir bien. Al paso que iba terminaría en un hospital y moriría antes de luchar.

Que tonto sería, morir antes de luchar por Jongho. Ja.






ΛΙΞΞΙΕ

Hilos invisibles [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora