Hilos invisibles [2ho]

10. Un par de palabras.

JYH.

Parecía un tonto enamorado, era como si fuera una chica enamorada que solo esperaba a que le dieran el "si". No podía creer que solo por un par de días Jongho me había dejado de este modo, tonto, loco y enamorado por él.

Los días que me estuvo visitando y cuidando provocaba que mis latidos se acelerarán, que salieran suspiros enamorados y que solo pudiera mirar lo que hacía.

No estaba tan enfermo como parecía, pero Jongho parecía esforzarse para lograr que me recuperará más pronto de lo estimado; le agradecía pues en dos días estuve listo para volver con mi anterior rutina y seguir con mi día a día sin que me importe lo que diga el idiota de Seonghwa. Un día viene y me amenaza, a los tres días Jongho me busca por su voluntad y me cuida, yo gano y Park pierde.

No era por presumir y nada de eso, pero me emocionaba saber que estaba a nada de recuperar a Jongho y volver a tenerle en mis brazos para demostrarle lo mucho que le amo con palabras, besos y abrazos. En verdad esperaba que mis sueños se hicieran realidad.

Nuevamente me encontraba en la pastelería, Yeosang me contaba el como logró que Jongho fuera hasta mi casa e igual me dijo todo lo que hablaron, la verdad de que él era mi primo y que yo seguía enamorado de él.

Quiero demasiado a Yeosang, aunque den ganas de matarle.

Esperaba a que solo dieran las ocho de la noche para que pudiera salir del trabajo y pudiera ir a ver a Jongho, la tarde anterior habíamos quedado en vernos para hablar y eso me ponía ansioso que solo veía el reloj de la pared.

Lo que me hacía más feliz era que Jongho me había dejado de decir Jeong o Yunho, ahora dolo me decía "Yun"; también dejo eso de la "distancia porque somos ex's", sino que hasta se despedía con un beso en la mejilla. Eso hacía que cayera más y más a sus pies.

—Faltan quince minutos, deja de mirar el reloj— me regañaba Yeosang al notar lo que hacía —. Si quieres yo me encargo, tu puedes irte.

—¿De verdad?— pregunté con emoción y él asintió —Eres el mejor Kang, no hay nadie como tú en todo el mundo. ¡Te veré más tarde!

Aseguré mientras salía casi corriendo del local para ir corriendo a mi departamento, justo ahí quedamos en vernos para platicar sin tener el temor de encontrarnos con Seonghwa y que nos arruinará la tardé.

Al llegar me dí cuenta que ya me esperaba en la puerta, con una sonrisa me acerqué y le saludé con un beso en la mejilla para después abrir la puerta e ingresar para comenzar con nuestra noche.

—¡Yun! ¡Yun! ¡Yun!— gritaba Jongho mientras se colgaba de mi espalda mientras yo hacía el intento de concentrarme —¡Yun, te quiero mucho!

—Yo también, osito.

—¡Lo logré!— gritó emocionado y me dió un beso en la mejilla —Yo soy tu osito, solo yo.

—Solo tú, mi osito.

En cuánto terminé le dí una probada del pastel que preparé solo para ambos, era la receta especial de mi madre y solo lo hacía para ocasiones especiales. Sabía lo mucho que le gusta a Jongho así que me tomé la libertad de hacerlo, aunque tuve unas cuantas interrupciones por parte de Jongho.

—Yun...— habló Jongho después de probar el pastel —, tú... ¿me amas?

—Creó que un par de palabras bastan para decirte todo lo que siento, ¿No lo creés así, Osito?— acaricié suavemente sus mejillas y dejé un beso en su frente —Te amo, te amo demasiado. Tanto que haré que termines con Seonghwa para poder tenerte a mi lado por el resto de mi vida. Te amo lo suficiente para querer una vida entera a tu lado. Te amo demasiado para estar justo aquí contigo, disfrutando de tu compañía, queriendo que este momento duré lo suficiente para decirte todo lo que siento. Te amo, osito.

—Te amo, Yun. Te amo mucho.

Un beso, un beso fue el que me confirmó que estaba a nada de lo que quería. Lo disfruté como nunca antes, Jongho estaba conmigo, estaba besándole de la manera más hermosa posibles para decirle que mis palabras son ciertas. Un te amo era lo que necesitaba decir para expresar lo mucho que quería ese momento sucediera.

No lo dejaría ir, no dejaría que Jongho volviera a los brazos de otro, no dejaría que alguien más le dijera "te amo", no dejaría que nadie más me lo quitará y no dejaría de besarle y decirle lo mucho que le amo.

Te amo, te amo, te amo. Era lo único que quería decirle del diario a Jongho, en cada despertar, en cada minuto a su lado, en cada día que estuviera a su lado.

Por que lo hago, lo amo tanto.

—¿Una oportunidad?— pregunté con miedo al separarme de él, tenía miedo de su respuesta, tenía miedo de perder.

—Sí, claro que sí— le volví a besar emocionado —, solo deja hablar con Seonghwa y dejar todo por la paz. Te amo a tí y quiero estar solo contigo.

—Esperaré, no me importa si te tardas en hablar con él... solo quiero que estemos bien, los dos, juntos, solos... tu y yo.

—Te amo.

—Te amo.

ΛΙΞΞΙΕ