Siembra de Coles

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Había pasado ya casi un mes desde la primera visita. Ya se habían hecho todas las pruebas y habían vuelto a hablar con Víctor. Éste estudió los resultados delante de ellas. Les explicó que en el caso de Paula estaba todo dentro de los parámetros normales aunque no entró en mucho detalle ya que quería centrarse en Carol.

Para ésta también todo era normal. Le comentó que tenía una reserva ovárica un poco baja pero nada preocupante. Lo que sí le preocupaba era el nivel excesivamente bajo de una de las proteínas inhibidoras de la coagulación. Esto podía generar pequeños trombos que a priori no le afectaban a su vida pero sí podían impedir que llegara bien el riego al embrión. La suerte es que había un tratamiento muy sencillo de suplemento de dicha proteína y le mandó también suplemento de vitamina D y ácido fólico. Acabaron la visita concertando otra cita para mediados de agosto. Así verían la evolución y podrían comenzar con el proceso.

-Agosto... - Resopló Carol entre dientes mientras salían del despacho.

-Amor, ¿estás bien? - Preguntó augurando otro mes de altibajos para la morena.

-Sí, estoy bien. Pero es otro mes de espera, creo que no estoy acostumbrada a sentirme así de impaciente. - Comentaba Carol, era la conclusión a la que había llegado después de mucho analizar su propia frustración ante algo que no era tan preocupante.

Las dos semanas anteriores había estado sola en casa. Paula estuvo en Valencia recibiendo un premio y comenzando el rodaje de su nueva peli por lo que no estuvo con ella. Hicieron videollamadas a menudo pero no era lo mismo.

Había podido quedar con Alfons y Alba solo un día ya que éstos estaban ocupados. En esa soledad pasó por muchas fases de sentimientos poco habituales para ella. Claro que en su vida había sentido miedos, frustración, tristeza... pero nunca de una manera tan irracional. Era como si viviera en un periodo pre regla continuo. Esos momentos en los que te enfadas y lloras por nada y no sabes qué te pasa.

-Quizá sea porque nunca había deseado tanto algo. - Carol miró a Paula y sonrió porque al fin y al cabo tenía muchos motivos para hacerlo.

-Mi vida, me siento fatal porque no voy a poder estar contigo todo lo que me gustaría.

-Pau, por favor, no te preocupes ni permitas que esto te afecte. Yo lo que más necesito ahora es que disfrutes del rodaje. Aprende mucho de Carmen y demuestra al director lo que vales. Se lo merece después de haber pensado específicamente en ti para el papel.

-Me gustaría que aprovecharas para hacer algún viaje. ¿Tus amigos no se iban a Ibiza o alguna playa por ahí? Ve con ellos, distrae la mente un poco y así se te pasará el tiempo volando.

-Pues Alfons me comentó hace tiempo que planeaban otro viaje como el que hicimos a Menorca. No me apunté porque pensé que igual ya estaría... bueno ya sabes... le llamaré.

-Como el viaje de Menorca... - Pronunció entre dientes con sorna. - De esos que no necesitas bañador.

Carol alzó una ceja inquisitiva. - ¿Algo que objetar?

-Mucho. - Contestó prácticamente en un susurro.

-No vale juzgar hasta que lo pruebes.

-Ni de coña me despeloto con tus amigos en la playa.

-Y sólo conmigo, ¿te atreverías?

No hizo falta que contestara porque con su sonrisa macarra lo decía todo.

-Está bien saberlo. - Respondió Carol y la abrazó por la cintura. Le dio un beso imaginando que estaban lejos de allí. En un lugar con más sol, más arena y menos ropa. Y por la manera en que Paula la correspondía, era fácil adivinar que estaba imaginando lo mismo.

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