Riesgo de Coles

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Cuando después de varias reuniones, un señor y una señora trajeados y con cara de rancios les dijeron a Borja y a Diana que aceptaban renovarles para una cuarta temporada con más presupuesto, ambos se miraron incrédulos. Sospechaban que aquello no era un regalo, los conocían muy bien como para confíar en que no les pidieran algo a cambio. Pero para su sorpresa, parecía que les daban el dinero y la libertad, y pensaban aprovecharlo al máximo.

Aunque les costara admitirlo, reconocían los errores de las temporadas anteriores y no iban a volver a cometerlos. Se negaron a seguir si no les concedían más minutos y al final lo consiguieron. Tenían claro que aquello podía ser su única oportunidad para darles a Luisita y Amelia el final que merecían, por si acaso ese era realmente el final.

A pesar de tener mucho más tiempo, el rodaje de la cuarta temporada estaba siendo tan frenético como el de las tres anteriores. También habían tenido varios contratiempos y cambios de última hora pero de momento todo se iba resolviendo. Tras un mes de rodaje, volvían a la casa de los padres de Amelia a grabar los dos últimos capítulos. Esa localización era uno de los tantos aciertos que habían tenido y no podían estar más contentos.

La dirección del capítulo siete volvía a estar a cargo de Daniel Romero. El cierre del sexto dejaba la trama en una tormenta que era difícil de guiar al rayo de luz final por lo que le costó encontrar el tono adecuado. Decidió que lo mejor era hacerse a un lado para dejar que el guión y las interpretaciones fueran los protagonistas.

-Aprovechamos que está puesta la vía del general y lo hacemos como salga que no hay tiempo, se nos va el sol. - Dani habló al equipo para que se preparara y luego se acercó a Paula. - Vas caminando hacia la cámara con el móvil en la oreja y dices el texto. Lo probamos así.

Quedaron satisfechos después de solo dos tomas. La luz era maravillosa y le daba a la escena un aura especial. Tras eso grabaron la escena con Devi e hicieron un descanso para acabar con la de Fran en el sofá del jardín.

Paula y su ex estaban sentados esperando a que les dieran otra vez acción para los primeros planos. La rubia dio un trago a la cerveza que tenía en la mano pero se arrepintió al instante. Estaba caliente y sin gas. Se tapó la boca, esforzándose por no escupirla.

-¿Has bebido de verdad? - Preguntó Fran señalando la lata.

-Por desgracia sí, está malísima. - Contestó con cara de asco.

-Era obvio que muy buena no iba a estar.

-Ya Fran, gracias, es que soy tonta y me cuesta ver las cosas más obvias. - Dijo sarcástica.

-Paula, sabes que no quería decir eso. - Fran se giró para mirarla de frente. - No me pasas ni una. No sé por qué te comportas como si te hubiera herido yo a ti, cuando sabes que fue al revés.

Paula resopló y miró hacia otro lado sin responder.

-Sinceramente me gustaría entenderlo. No he hecho más que intentar que tengamos una relación cordial, ser amigos quizá. - Fran siguió mirándola hasta que la rubia por fin le dio la cara.

-Bueno igual no esté siendo justa, no sé. Pero es que, conscientemente o no, me haces sentir atacada.

-¿No crees que quizá es que te sientes culpable y piensas que yo también te culpo? - No había reproche en las palabras de Fran. - No te culpo ni pretendo atacarte. Lo siento si mi tono no ha sido el más afable. - Intentó mostrar una sonrisa.

-Fran, en serio, ¿qué pretendes?

-¿Podemos al menos terminar bien?

-Claro. - Dijo sin más, no muy convencida de que las únicas intenciones de su ex fueran ser amigos. Ya estaba todo preparado para empezar a grabar por lo que se colocaron y comenzaron con sus líneas.

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