Juego de coles

Luz de Coles

A mediados de abril, Carol y Paula habían tenido dos semanas de vacaciones y las habían disfrutado en su piso de Madrid. No hicieron nada especial. Sólo estar en casa, despertar juntas, disfrutar de cocinar juntas, de comer sin prisas, de dormir la siesta en el sofá acurrucadas junto a sus gatitas, dar largos paseos, baños relajantes, sentarse en el balcón a la brisa de la noche a contemplar la luna y terminar cada día abrazadas susurrándose al oído palabras de amor hasta quedarse dormidas. Nada especial. Y, sin embargo, para ellas era lo más especial del mundo. Alejadas de las rutinas frenéticas que a veces tenían con sus trabajos o promociones, aprovecharon el tiempo para disfrutarse mutuamente.

Lamentablemente el deber llamaba y ambas tenían que volver a sus obligaciones. Paula estaba invitada a los premios platino, seguía con castings y algunos proyectos a medias entre Valencia y Madrid. Carol volvía a su rutina de clases entre semana y galas los viernes.

Precisamente se encontraban en la previa de la gala 8. Aún quedaban horas para que comenzaran el programa pero hacía ya tiempo que el escenario estaba a punto, los técnicos preparados y las luces ya encendidas. Era el tercer programa que harían en riguroso directo y los nervios seguían ahí aunque no tan intensos como al principio.

-Hoy vendrán Alfons y Alba. - Decía Carol mientras intentaba cenar sin estropearse el maquillaje o mancharse la ropa.

-Me lo has dicho treinta veces ya. - Contestó Paula con una sonrisa macarra dando ella también un bocado. Ambas estaban cenando en uno de los camerinos del edificio.

-Perdone usted... - Hizo una mueca de burla. - Es que me hace ilusión. Además son súper fans.

-Es broma, mi vida. Ya sé que lo repites porque te hace feliz tenerlos aquí... por cierto... - Se interrumpió mirando la hora en el móvil. - ¿Ya deben estar por llegar no?

-Sí, ya venían de camino... cenaron juntos y ahora vienen. Estaban en casa de Silvia con el resto de la colla.

-Que bien se lo pasan.

-A mí me encanta cómo lo viven. Seguramente la próxima gala venga alguien más. Bueno... si aún estoy por aquí... - Se dijo la última frase mirándose la barriga y acariciándola en círculos.

La comida en la boca de Paula parecía que pasaba con más dificultad por su garganta. Iba a decir algo pero justo en ese momento golpearon la puerta.

-Hostia, este sitio parece un laberinto. - Se quejó Alfons entrando por la puerta.

-Llevamos quince minutos dando vueltas buscándote, bueno a las dos. - Alba se abrazó a Carol y acto seguido a Paula.

-Al final te acostumbras. - dijo Carol provocando que Paula soltara una risa de burla.

-Pero si llevas trabajando aquí meses y aún te pierdes.

La morena reprochó con un manotazo en el hombro pero una sonrisa en la cara. Salieron de allí y se fueron juntos a la entrada. Pronto comenzarían a grabar el contenido para las redes.

Carol se quedó con el resto de coaches mientras Paula, Alfons y Alba se situaban en la grada para ver lo que se cocía en el escenario.

-Por ese pasillo entran los concursantes y por esas puertas enormes de ahí entra la gente del público. - Decía Paula con la seguridad de haber estado varias veces allí mientras señalaba cada zona.

-¿Lo sueles mirar desde aquí o desde las pantallas de dentro?

-Desde dentro porque me parto con los comentarios de todos mientras miran las actuaciones. Además me cuentan cosas de los ensayos y es un cachondeo.

-Si es que... la Carolet no se puede quedar seria por mucho tiempo.

Y como si hubiera estado preparado, oyeron en ese momento la carcajada de Carol al otro lado de la puerta.