Cuatro paredes

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Encerrada entre cuatro paredes estoy. No hay ni una sola ventana y la única puerta que se halla en la habitación está totalmente bloqueada. Es imposible escapar. El tiempo transcurre y mi desesperación va en aumento; intento pedir ayuda pero de mi boca no sale sonido alguno.

Mi cabeza da vueltas y mis pulmones arden por oxígeno, siento como si las paredes a mi alrededor se estuviesen cerrando sobre mí. Gotas de sudor frío resbalan por todo mi cuerpo y mi corazón late frenético dentro de mi cavidad torácica. La fuerza se me va y caigo al duro suelo de concreto con un golpe seco. Mis ojos por fin se cierran y todo mi mundo se sume en la espesa negrura del vacío de mi sueño eterno; un sueño del que sé que nunca voy a despertar.

Y tampoco quiero hacerlo.

—V.S.

Retratos en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora