Joan/brenda
Una sonrisa incrédula atravesó mis facciones. Después le siguió el peso de un montón de piedras en mi estómago.
-Esto no puede estar pasando. Dije más para mí misma. Frente a mí se encontraba un Russell espectante apoyado en la orilla de la camilla de la enfermería con ambas manos sobre el colchón a sus costados y a mi derecha se encontraba Jin, con la mirada fija en mi, listo para reaccionar en caso de que mi cabeza explotará.
La voz de Russell seguia en mi cabeza a pesar de haber concluido hace aproximadamente 5 minutos. Mi cabeza era una bola de estambre enredada. Me había comenzado a doler.A propia voz de Russell, acababa escuchar una historia digna de una película de ciencia ficción, incluso podría estar en categoría de terror.
"... Un día después de tu accidente, te encontré en el parque. Vestías pijama y estabas descalza a pesar del frío viento de otoño. Mi abuela había dicho que cuando encontrará un alma pura en pena podía llevarla a casa y así poder ayudarla. Una vez ahí, no contaba con tu versión de la historia y mucho menos que dijeras estar viva si claramente eras un alma. Mi abuela y yo conversamos y revise los diarios de mi familia en busca de algún caso similar pero no encontré nada. Después de un par de días, accedió a tu petición, no sin antes pasar un mal rato..."
Habría sonreído de no ser por lo importante y serio de la situación , hasta ese momento había Sido lo más creíble de la historia que Russell estaba contando.
"...el día que accedí a ir contigo al hospital y buscar a tu familia para hablar con ellos, te perdi, literalmente. Llegamos al área de cuidados intensivos dónde ahí se encontraba la sala de espera en dónde se encontraban tus padres, justo en el momento en el que te acercaste a ellos, una camilla entro a toda prisa por las puertas dobles, por el alboroto y ajetreo me distraje y te perdi de vista. Detrás de la camilla apareció una chica peculiar, con la ropa desgarrada, y con heridas visibles, nadie parecía prestarle atención, excepto yo. Volví mi misma hacia tus padres y Vi como el doctor les daba la noticia de tu fallecimiento. Segundos más tarde apareció la enfermera y llamo al doctor con urgencia. Y entonces no volví a saber de ti ni de la chica. Decidí esperar en la sala por unas horas y ahí fue donde conocí a la madre de Joan y supe lo que había ocurrido, a pesar del lamentable hecho, Joan seguía aferrándose a la vida. Intenté buscarte, sin resultados pero entonces decidí irme. Pero volví, contra mi voluntad. Llegaba agotado a casa. No dormía por las pesadillas de ver demasiadas almas en pena en ese lugar. Sus heridas, sus lamentos, su carga negativa me ahogaba. En esos días conocí a Jin. Hablando con el, supe un poco más sobre el estado de Joan. En la escuela se corrió la voz sobre lo que le sucedió a la chica del callejón así que no fue difícil reconocerlo y atar hilos..."
"...en una de mis visitas al hospital, me tope con una escena bastante confusa. Era Joan en silla de ruedas con tus padres detrás de ella. Al inicio no lo comprendi, hasta que te Vi en la enfermería aquel día. Jin te reconocía físicamente como Joan, sin embargo yo no veo el rostro físico de Joan, sino el alma de Brenda en el cuerpo de Joan..."
El resto era historia. No porque no me importa, sino porque había dejado de escuchar por lo atónita que estaba. Para mí era demasiado difícil de creer. Pero todo encajaba de algún modo. Está sensación extraña que siempre me acompañaba, que me hacía sentir incómoda, sabía que había pasado por una situación difícil y que había perdido la memoria, sin embargo, sentía que no pertenecía al ese lugar o incluso a ese cuerpo. Creo que era por mi ansiedad y desesperación por tener respuestas, pero ahora para mí tenía sentido. Si embargo, seguí sin creerlo del todo. De una manera me sentía vacía. Enojada.
Mire a Jin y este me sostuvo la mirada.
-¿Cuál es tu plan ahora que ya se la verdad? Vayamos ahora mismo a buscar a Brenda y así de una vez por todas satisfaces tu curiosidad egoísta. Tome mi mochila del suelo y me dispuse a salir.
-Joan, espera. Jin me sujeto suavemente del brazo.
Me zafe de su agarre y camine hacia la puerta. Una vez en el humbral me detuve y con el nudo en la garganta ahogandome, hablé.
-Hablare con mi madre, necesito pensar que puedo rescatar de esta conversación para que ninguno de nosotros tres termine en el psiquiátrico y así la policía te deje en paz, Russell.
Acto seguido, salí por la puerta.
Pasé un momento al baño y me encerré en un cubículo. De cierta forma me resguardaba aquí en caso de que Jin se le ocurriera venir detrás de mi. Mis mejillas comenzaron a hunedecerse de nuevo y tome un poco de papel higiénico para secarme.
No podía creer lo que acababa de escuchar, me sentía como si estuviera en algún programa de camara oculta donde me estaban poniendo a prueba contándome una historia ficticia para ver mi reacción pero por más que lo pensaba, estaba segura que no aparecería ninguna cámara frente a mi. Tal parece que la historia de Russell es verdad y que todo este tiempo, mi desesperación por obtener respuestas es debido a toda esta locura de cambio de cuerpos.
Sonreí. No podía creer que yo misma estuviera diciendo esas estupideces. Cambio de cuerpos, almas perdidas... Pero, y si todo eso era verdad? Cómo podía actuar yo al respecto para poder hacer la diferencia.
Incluso Russell tiene miedo de decir la verdad por su temor a terminar en el psiquiátrico. Que sería de mi si hablara con el oficial Smith sobre esto. Seguro me aumentarían mis dosis de medicamento y las consultas con la psiquiatra y exámenes aumentarían.
Me di unas palmaditas en las mejillas para traerme al aquí y el ahora y salí del pequeño cubículo. Frente a mi estaba el gran espejo sobre los lavamanos. Me quedé mirando fijamente al reflejo de este y veía a la misma persona de cada mañana. Mi cabello oscuro, mi piel blanquecina grisasea y unas ojeras debajo de mis ojos.
Normalmente evitaba mirarme al espejo por inseguridad y aquella extraña sensación al verme. Era extraño despertar sin saber dónde estabas y obtener una ráfaga de información sobre quién eres, y que te ocurrió cuando no tienes recuerdo alguno de que eso haya sucedido. Es como si todo lo hubieran inventado y querían hacerme creer que eso realmente pasó.
Era extraño sentirme como víctima si no sabía que había ocurrido realmente. No siquiera estaba segura de quién era, solo había escuchado a boca de otras personas quien se supone que soy.
Por el reflejo me di cuenta que el tirante de la férula estaba mal acomodado así que agache la mirada para ver exactamente dónde estaba el problema y poderlo acomodar.
Al momento de levantar la vista hacia mi reflejo, por una fracción de segundo ví el rostro de alguien más en mi. Tuve que parpadear un par de veces para corroborar que realmente era yo.
El golpe en mi cabeza ha me estaba cobrando factura o era mi vista la que necesitaba usar anteojos. Saque esa imagen de mi cabeza y acomode mi mochila para salir de la pequeña habitación.
Me adentre al gran pasillo principal mire el gran reloj digital que marcaba la hora y la temperatura atmosférica. Solo faltaba un par de clases y podría ir a casa.

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Russell
Random"El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional." Brenda Hill y Joan Baker son chicas distintas en todos los sentidos. Brenda es amor, Joan es odio. Brenda es Luz, Joan es oscuridad. Vidas completamente distintas. Sin ningún parentesco. Viviendo...