Días de Otoño

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Capítulo 1

Otro día de Octubre había comenzado, afuera llovía a cantaros. Señoras y señores, el otoño estaba presente. El cielo matutino era de un tétrico gris. Odiaba la lluvia. La humedad arruinaba mi cabello. Sin embargo, yo no puedo en contra de la madre naturaleza.

No me quedaba más que trenzar mi cabello. Me coloque mis botas para la lluvia y baje por las escaleras hacia la cocina y así tomar el desayuno.

-Hola cielo-. Saludo mi madre desde la sala. Estaba ordenando unos papeles que supuse que eran de la oficina. Mama era abogada en una importante firma. La persuasión y la negociación corren por sus venas, haciendo a mi madre, Elena Hill, una de las mejores en su trabajo. Tenía un nuevo caso, por lo visto complicado. Tenía días durmiendo hasta tarde. Normalmente nunca trae trabajo a casa, pero este era la excepción. Su cabello dorado igual que el mío yacía recogido en un moño alto sin ningún cabello fuera de lugar, su LBD en conjunto de un abrigo color beige, le daban un aspecto sofisticado, pero al mismo tiempo casual.

-Hola ma-. Tome un tazón y serví All Bran con un poco de leche  y comencé a comer.- ¿Y papa?

-¿Sabes qué hora es?-. Cruzo la sala con grandes zancadas para tomar las llaves del choche. Tome mi teléfono y mire la hora. 7:23 a.m. ¿En donde era el incendio?

-¿Las siete veintitrés?-. Dije con duda. Mama paro de golpe y me miro. Tomo su teléfono y miro la hora. Suspiro aliviada. Y tomo asiento en el sofá.

-Tu padre hace diez minutos que salió creyendo que se le hacía tarde-. Reí. Las noches en la que alguno de los dos no dormía a causa del trabajo o cualquier otro acto el cual no quiero imaginar, las mañanas siempre eran agitadas. Termine el contenido de mi tazón, colocando este en el fregadero para ir a lavar mis dientes.

Al terminar tome mi impermeable rojo con lunares blancos y mi mochila. Mama y yo nos dirigimos al cuarto de lavado para salir al garaje en donde se encontraba el coche.

-Pasare por ti a casa de Lynn-. Me informo mi madre al bajarme del coche. Genial. Lynn  Carter era mi prima. Nadie creería que por sus pequeños ojos rasgados, cabello lacio negro azabache y su baja estatura, fuéramos parientes. La verdad es que Lynn era adoptada. Pero eso nunca fue un problema para la familia y por mi mejor. Quería demasiado a Lynn. Era como la hermana que siempre quise. Pero pasar todo un día en su casa, como era de esperarse, cuando mama dice “Pasare por ti a casa de Lynn” sabía que no me dejaría ir fácilmente y primero que nada me echaría en cara porque no he ido a visitarla, aun así, cuando la veía todos los días en la escuela. Pero ¿Qué se le puede hacer? Así son las primas.

-No me obligues a salir de esa casa con Lynn atada a mi pierna rogando porque duerma esta noche con ella-. Dije. Obviamente era broma. Pero créanlo o no, ya había sucedido una vez hace ocho años y ahora solo lo veíamos como un anécdota el cual contar a futuras generaciones. Sobre como la tía Brenda, había ido a “una tarde de películas” a casa de tía Lynn, y esta se había atado a una pierna de tía Brenda, ya que habían rentado una de terror (a petición de Lynn) y no quería dormir sola.

Afortunadamente para Lynn mis padres no pasaron por mí, sino hasta el día siguiente.

-Solo disfruta estar con ella mientras siga aquí-. Se despidió y salió del parqueo en el cual estaba para alejarse por la calle hacia su destino. Mi madre tenía razón. Tenía que aprovechar los últimos seis meses de su estadía en el país. Lynn a consecuencia de su superación, tenía que irse a estudiar en el extranjero. A la bella ciudad del amor. París, Francia.

Claro que estaba feliz por ella. Pero no todos los días alguien muy cercano a ti se va a otro continente.

Mi vista se obscureció y me sobresalte al sentir una frías manos posadas en mis ojos. Por instinto intente zafarme. Pero al sentir unos labios en mi mejilla y supe de quien se trataba y nada me importo.

Tyler (Weasly) quito sus manos y me gire para estar frete a él. Nos dimos un abrazo. No habíamos podido vernos durante todo el fin de semana. Lo extrañaba.

-¡Feliz Lunes!-. Dijo cuando nos separamos y me entrego una margarita. Eso no me lo esperaba. Pero yo encantada.

-Tyler, que detalle. Gracias-. Le di un corto beso en los labios. La lluvia había cesado. Nos tomamos de las manos y nos dispusimos a entrar al edificio.

Tyler y yo íbamos en el mismo curso, nos habíamos conocido en uno de los entrenamientos a los que acompañaba a papa hace dos años. Tyler Weasly o simplemente “Weasly” como todos lo conocen. Forma parte del equipo de futbol de la escuela.

Papa aparte de ser empresario independiente era entrenador en un campamento de futbol en verano. Y muy buen amigo de los padres de Tyler. Mi padre siempre quiso un varón al cual mostrarle los videocasetes de él jugando en la preparatoria. Alguien a quien enseñarle el amor por el futbol, así que consideraba a Tyler como a un hijo. Y creían que Tyler era un buen futuro para su “niña”. Yo también lo creo. Solo que no he pensado nada mas allá de la Universidad la cual será mi prioridad. Dentro de unos meses.

(¡¡Hola chicas y chicos!!. Espero que les guste este primer capitulo. Solo queria recordarles que los lunes subire capitulos nuevos. Tambien para recordarles que me encantaria que comentaran, votaran, me sigan  y me recomendaran. Me gustaria saber que les gusta y que no les gusta y asi tener su opinion personal que es importante y se respetara. Me serviria mucho ya que me ayudaria mucho a mejorar. Les agradesco que sigan esta historia. Son parte de algo importante para mi. ¡GRACIAS! ;) )

RussellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora