Capítulo 6

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(Joan)

Mis manos estaban apoyadas en el azulejo del baño. El agua caliente caía por mi espalda. Quemaba, pero era lo menos que me importaba en esos momentos. Lo habían hecho de nuevo. Había sido víctima de sus burlas una vez más.

La maldita escuela era un infierno.

Espere unos segundos mas debajo del chorro de agua. Me pare frente al espejo del baño y trate de ver mi espalda. Dolía, pero no se comparaba a el dolor que me hacían sufrir esos malditos.

Sequé con cuidado mi cuerpo y me cambie de ropa.

El reflejo de mi cara en el espejo era màs demacrada y enferma de lo habitual. Últimamente me costaba mas trabajo el conciliar el sueño y los malos pensamientos nunca abandonaban mi mente. Odiaba levantarme cada día para ir a un lugar el cual odiaba. Solo quería quedarme en casa y seguir dibujando todo el día mientras estaba en mi cama.

Nunca me molestaba en colocar algo de maquillaje en mi cara màs que delineador negro en mis ojos. De esta forma ocultaba la oscuridad debajo de ellos. No es como si me importara un poco mi apariencia para ir a la escuela, es solo que si mi madre veía la verdad del maquillaje se preocuparía aun màs.

Me cepille el cabello  y tome mi tarea de historia y la guarde en mi mochila.


Un par de horas mas tarde, caminaba junto a Mica por el pasillo de la escuela, ella no dejaba de hablar y yo seguía sin prestarle mucha atención. Quería tratar de entenderla y al menos responder a algunos de los comentarios que salían de su boca pero era muy difícil seguir el ritmo y la coherencia su parloteo.

Por un momento pensé en cuando seria el momento en el que me libraría de Mica pero trate de alejar ese pensamiento porque al menos ella seguía junto a mi después de todo y lo menos que podía hacer era dejarla estar y seguir con ella caminando hacia nuestra siguiente clase.

Deportes con la señorita Millar. Su objetivo era básicamente hacernos sudar hasta la ultima gota de liquido en nuestro cuerpo. Daba igual lo que estuviéremos haciendo mientras no estuviéramos en un mismo lugar mas de dos minutos. Y eso no era lo peor, tenia la desgracia de compartir clase con quienes trataban de hacerme la vida imposible.

Mica y yo entramos a los vestidores y tome de mi casillero la ropa de deporte. La playera y el short dos tallas mas grande. Afortunadamente estos contaban con un par de cuerdas que eran ajustables para evitar que estos se cayeran mientras hacíamos nuestras actividades.

Entre a uno de los cubículos para vestirme, había colocado la parte inferior y cuando estaba a punto de colocar la playera de deportes, la puerta se abrió de golpe dejando ver a Susan. Yo solo trate de cubrirme con la blusa.

-Joan, toda la escuela te vio desnuda, que mas da que te desvistas frente a nosotras. Digo, no es algo que no hayamos visto antes. Todas las presentes comenzaron a reír a excepción de Mica.

Sentí un tirón en mi estomago que me provoco nauseas y un nudo en mi garganta comenzó a formarse.

-Ahora que tocas el tema, Susan. Si ya te metiste con todos los chicos de la escuela, no entiendo como es que sigues usando ropa, total, ¿Que puedes tener tu que los chicos no hayan visto?

Unas risas ahogadas se escucharon ante ese comentario que una voz fácil de reconocer dijo, hablando por mi.

-Deberías dejar la escuela y comenzar tu carrera como comediante, Rose

-Y tu deberías de dejar la escuela e ir inmediatamente con el cirujano, mira nada mas que nariz de tucan te dejaron.

Rose hizo gesto de asco lo cual provoco una pequeña sonrisa interna.

RussellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora