"Dios mío, todo esto esta fuera de mi entendimiento"Fueron las palabras que me dijo mi abuela después de contarle acerca de la teoría que existía sobre lo que había sucedido aquel día en el hospital. Desde entonces no he tenido comunicación con Beak y yo no había regresado al hospital. Se acercaban los exámenes así que me dedique a estudiar. Entre atender la tienda y la escuela, no tenia tiempo que perder con toda esa situación.
Me detuve en el semáforo peatonal y lo miré fijamente, los segundos corrían y las personas se apresuraban a cruzar la calle. Al marcar los 5 segundos decidí cruzar hacia la acera de la escuela. Escondí mi rostro entre la bufanda e introduje aun mas las manos en los bolsillos de mi chaqueta. El otoño cada vez se volvía más frio.
Apresure el paso y entre a la institución para dirigirme a mi casillero. Una vez ahí, pasé por encima de mi cabeza la correa de mi mochila y la introduje en el pequeño espacio.
El primer timbre sonó y todo mundo se encamino a su aula. Me apresure a sacar mis libros de la mochila y a tomar mis útiles para el primer examen de esta mañana. Me quité la bufanda de manera rápida y la metí en el casillero, al cerrar la puerta un rostro familiar llamo mi atención. Era ella. Brenda.
Estaba de pie en el pasillo mirando a su alrededor, como si buscara algo. Su mirada viajo por todo su alrededor cuando se detuvo en mí. El estruendo de un casillero siendo cerrado me sobresalto haciéndome saber que había contenido el aire. Sentía como mi corazón latía con mayor intensidad, una chica de tes morena y cabello rizado se acerco a ella y la tomo del brazo y la condujo por el pasillo hacia un aula. El segundo timbre sonó y tuve que apresurarme para llegar a tiempo.
Apenas si podía concentrarme en el examen que tenia en frente, apenas si llevaba la mitad de las preguntas cuando el timbre sonó nuevamente. Hora del descanso.
- Muy bien chicos, pasen sus exámenes hacia el frente y salgan ordenadamente. Explico la maestra
Entregue mi examen y Sali de ahí y me dirigí al único lugar que me daría una respuesta. La enfermería.
Al abrir la puerta, Beak se encontraba con un par de palillos metálicos con una cantidad generosa de arroz en ellos listos para ser introducidos en su boca.
- Pasa
Ignore su sarcasmo ya que ni siquiera me había molestado en tocar la puerta.
- ¿Por qué no me lo dijiste?
- ¿Qué cosa?
- Que ella vendría hoy. Quedamos en algo, Beak.
- ¿Ella está aquí? Se levanto de su asiento abruptamente dejando la comida sobre el escritorio.
- Eso parece. Dije apretando la mandíbula.
- Y ¿Qué viste?
La puerta del consultorio se abrió y sin poder procesarlo dije su nombre en casi un susurro respondiendo la pregunta de Beak.
- Brenda.
La chica me miro extrañada y alterno la mirada entre nosotros.
- ¿Interrumpo algo?
- Joan, ¿Qué haces aquí? Creí que vendrías hasta el lunes.
- Vaya bienvenida, mejor iré a almorzar a la cafetería.
- No, no. Pasa. Se apresuro a decir Beak. Hay espacio suficiente para todos.
Su voz, era diferente. Pero su rostro era el de Brenda, la misma chica castaña que encontré aquel día en el parque. Solo que su cabello ahora era oscuro.
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Russell
Rastgele"El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional." Brenda Hill y Joan Baker son chicas distintas en todos los sentidos. Brenda es amor, Joan es odio. Brenda es Luz, Joan es oscuridad. Vidas completamente distintas. Sin ningún parentesco. Viviendo...