Capitulo 3

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Capitulo 3

Apenas mamá doblo la esquina de la calle en donde vivíamos y vi el reluciente coche de Tyler. Lo que significaba que él estaba ahí esperándome. Y vaya que estaba esperándome. Estaba de pie bajo el pórtico de la casa. En sus manos había un ramo de rosas rojas. Sus botines color café quedaban a la perfección con los vaqueros ajustados y un suéter color guindo que yo le había regalado para su cumpleaños hace algunos meses atrás. Al llegar sonrió. Pero su sonrisa era distinta. ¿Qué demonios les pasaba a las personas hoy? ¿Me perdí de algo?

Baje del auto y camine hasta el. Lo bese y entramos a casa.

-Es para ti-. Dijo entregándome las flores.

-¿Feliz tarde de Lunes?-. Pregunte y el miro sin comprender y después rio. Pero era una risa apagada. No sé si era mi intuición o Tyler no sabía ocultar nada. Lo conocía lo suficiente, pero no podía creer que a él le sucediera algo. De verdad el mundo era una locura hoy-. Tranquilo es broma. Gracias Tyler-. Dije y lo bese.

-Pasaba por el lugar y al verlas pensé en ti y dije ¿Por qué no?-. Qué gran detalle

-Te quiero tanto Tyler-. Y lo volví a besar-. ¿Te gustaría ver una película?

-Um… Claro pero… antes necesito hablar contigo-. Oh no, eso no era bueno… había mencionado las tres palabras que hacían a cualquier persona ponerse de nervios. Sabía que no tenía que adelantarme a los hechos, pero eso solo significaba una cosa: “Tiempo” de seguro y Tyler necesitaba tiempo y a eso había venido a mi casa, pero, ¿Por qué las flores? Acaso quería amortiguar el dolor o algo por el estilo. ¿Tanto hostigaba a Tyler? ¡Ah!. Pero algo si sabía. Tenía que tranquilizarme. Adiós suposiciones estúpidas.

-¿Todo bien?-. Dije con toda tranquilidad. Calma Brenda, calma.

-Um… Sí, bueno… no lo sé, yo…-. Contuvo la respiración y después la soltó lentamente-. No. Nada está bien. Yo…-. Y antes que dijera algo más su teléfono lo interrumpió. Lo saco de sus vaqueros. Estaba indeciso en contestar pero al final lo hizo-. Tengo que hacerlo-. Dijo refiriéndose a contestar la llamada

-Perdona-. Se disculpo y asentí. Se alejo unos pasos de mi para responder.- ¿Papá?... estoy en casa de Brenda… está bien. Ahora voy.- colgó la llamada.- Yo… mi padre me necesita Brenda.

-Ve. Comprendo-. Dije

-Pero…

-Te llamo más tarde-. Dije interrumpiéndolo. Le di un corto beso en los labios y el asintió. O acompañe hasta la puerta y antes de salir se giro hacia mí.

-Brenda, necesito pedirte un favor.

-El que sea.

-Quiero que, pase lo que pase, confíes en mí. Te amo. No lo olvides-. Me dio un prolongado beso en la frente lleno de cariño. No quería terminar este momento. Pero desgraciadamente tenía que hacerlo. El tenía que irse.

Entre a la casa acomodándome en la sala. ¿Debía preocuparme por el “tenemos que hablar”? Por supuesto. No creo que nadie después de esas palabras pudiera dormir.

Odiaba ocupar mi mente en suposiciones tontas. Siempre pensaba lo peor y terminaba siendo lo más inocente del mundo. Debía ocupar mi tiempo en algo productivo. Pero ¿En qué? ¿Qué podía distraerme? ¿Un poco de televisión? No ¿Música? La música solo me haría recordar a Tyler y sus palabras. Dios ¡estaba exagerando! Como si antes Tyler y yo no hubiéramos discutido… pero esta vez no discutimos. ¿Acaso hice algo mal? ¡Basta Brenda! No estás ayudando. Maldita conciencia. ¿Por qué tenía que ser tan dramática? Me levante frustrada del sofá y me dirigí al despacho de mamá.

RussellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora