Castigar al Playboy a partir de Ahora

Capítulo 100: Disgusto

Duele, duele mucho.

El rostro de Xiao Ye estaba pálido y su frente sudaba a borbotones.

Los afilados fragmentos de cristal se habían alojado en la carne de su palma, clavándose muy profundamente. Con la más mínima presión, un dolor agudo le atravesó la palma de la mano, haciendo que todo su brazo temblara. La sangre roja brillante goteaba a través de sus dedos y en el suelo, con un aspecto algo miserable.

Aunque su palma ya estaba empapada de sangre, Xiao Ye no soltó el puño.

Si se relajaba un poco, todo su cuerpo se vería arrastrado por ese monstruoso deseo, y sería incapaz de controlar lo que sucedería entonces.

En ese el momento, lo único que podía hacer para despejar su conciencia era el insoportable dolor en la palma de la mano. La voz de Xiao Ye era muda, sus ojos fríos y furiosos: —"¡Fuera, fuera de aquí!—

Los labios de Fu Zhouming se pusieron blancos al ver que Xiao Ye se resistía a él de una forma que equivalía a autolesionarse. No esperaba que a pesar de estar presionando tan barato contra él, Xiao Ye no estuviera dispuesto a tocarlo. Fue como si le hubieran dado una bofetada y su cara se puso tan roja como el hígado de un cerdo.

—"Señor Xiao",— dijo Fu Zhouming temblorosamente, —"¿es tan difícil hacer el amor conmigo? Sé que te cuesta contenerte, te ayudaré, puedo ayudarte"—

—"Aléjate de mí",— jadeó Xiao Ye, —"y no dejes que te vuelva a ver"— 

Fu Zhouming se quedó atónito e incrédulo cuando escuchó las palabras de Xiao Ye, que se resistían de forma abrumadora.

Para ser sincero, tenía mucha confianza en su propio rostro y cuerpo. Cuando Xiao Ye lo había visto antes, había habido un brillo de asombro en sus ojos, y la voluntad de Xiao Ye de invitarlo a cenar y al cine también lo había demostrado.

Antes de venir aquí hoy, estaba totalmente preparado para entregar su cuerpo a Xiao Ye.

Con sus atributos físicos, la antigua afición de Xiao Ye por él, y la estimulación de la droga, no había razón para que Xiao Ye no lo quisiera. Antes de venir, incluso le preocupaba que Xiao Ye fuera demasiado brusco con él debido a su fuerte deseo, por lo que había traído suficiente aceite lubricante.

Pero no había esperado este resultado.

No esperaba la cara de Xiao Ye. La cara de Xiao Ye estaba llena de disgusto y resistencia.

—"Señor Xiao",— Fu Zhouming estaba desnudo y parecía un poco avergonzado, —"¿realmente no me quieres?"— 

Xiao Ye reprimió la inquietud en su corazón: —"¡Dije, que te largues!"—

La mente de Fu Zhouming estaba fría, y su mente se quedó repentinamente en blanco.

Sin embargo, las palabras que el joven maestro Guan le dijo anoche de repente sonaron en su mente de nuevo.

Anoche, con una sonrisa amenazante en su rostro, el Joven Maestro Guan le dijo: "Quiero que tengas una relación física con Xiao Ye, pase lo que pase. Mientras estés dispuesto a hacerlo, no tienes que preocuparte por el resto, yo te mantendré sano y salvo. No perderás dinero ni te faltaran recursos".

En ese momento preguntó con inquietud: "¿Es factible esta solución?".

El joven maestro se levantó tranquilamente y se dirigió a la ventana: "Xiao Ye tiene un historial por ser infiel, es un mujeriego, no es difícil conseguir que engañe a su pareja, así como a su cuerpo, siempre que te esfuerce en seducirlo".

"Entonces, ¿qué sentido tiene que haga esto?"

"Sólo quiero que saques a relucir el lado coqueto de Xiao Ye para que alguien pueda verlo como lo que realmente es", dijo Guan Changfeng con una suave sonrisa, "porque a veces, el amor, también requiere de algunos trucos para conseguirlo".

Fu Zhouming salió de sus recuerdos mentales y apretó los dientes mientras miraba el aspecto actual de Xiao Ye.

El asunto había llegado a este punto, y no había vuelta atrás para él.

Se adelantó insistentemente y puso sus manos en los pantalones del traje de Xiao Ye y dijo con voz profunda: —"Bien, señor Xiao, ya que no quiere hacerlo, entonces olvídelo. Pero te está costando mucho aguantar, usaré mis manos y mi boca para ayudarte, ¿de acuerdo?"—

De todos modos, el joven maestro Guan no había dicho nada de ir al último paso de todos modos. Siempre que haya habido contacto físico, debería estar bien.

Con esto en mente, Fu Zhouming respiró profundamente y apretó la cremallera de los pantalones de Xiao Ye con sus dedos, con la intención de bajarlos.

Xiao Ye sintió los movimientos de Fu Zhouming y, con un corazón feroz, apretó los puños. Los fragmentos de cristal se clavaron más profundamente y el intenso dolor despertó de nuevo su conciencia, y levantó penosamente la pierna y pateó a Fu Zhouming con toda la fuerza que pudo: —"¡Aléjate de mí!"—

Con un poco de fuerza restaurada en su cuerpo, Xiao Ye se levantó con las cejas juntas.

Se tambaleó hasta la mesa y agarró su teléfono con una mano, pero sus pies se debilitaron y volvió a caer al suelo en un montón. El teléfono cayó frente a él con su pantalla brillando con luz fluorescente.

Con sus últimas fuerzas, Xiao Ye se acercó y pulsó casualmente la lista de llamadas de emergencia.

Después de eso, su conciencia se fue desdibujando poco a poco, como si todos sus miembros se hubieran vaciado de energía, y su visión se volvió cada vez más borrosa hasta desaparecer.