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CAPÍTULO 6- ¡Nonsense!

Esta historia comienza en un día ordinario como cualquier otro.

Un Viernes cualquiera. Esa vez no tenía ningún plan especial, y pensaba irme temprano de mi taller, pero para mi sorpresa, alguien inesperado vino a verme.

—¿¡Qué haces aquí!?—

Pregunté de manera amenazadora a la persona situada en frente de mi.

—Necesito las chaos emeralds, ahora—

El erizo de ojos rojos Me miraba de manera intimidante, mientras esperaba ansioso que le entregase las tan preciadas esmeraldas.

de esa forma, un día que estaba destinado a ser tranquilo y ordinario da un giro de 180 grados. Pero las cosas no se quedarían solo en esto.

Me sentía algo intimidado, puesto a que yo dejé de tener las dichosas Chaos emeralds en mi custodia hace mucho tiempo. Por lo que por mucho que me las exigiera, no se las podría entregar.

Lo observé fijamente por unos segundos sin saber que hacer, y finalmente deje salir unas débiles palabras de mi boca.

—L-lo siento, pero yo...—Tragué un poco de saliva antes de continuar. por dentro de mi podía sentir que nada de esto iba a acabar bien—N-no las tengo...—

—Tsk, maldición—

- - -



- - -

Era curioso como a pesar de todas nuestras diferencias y los conflictos que tuvimos en el pasado. Ahora mismo, nos encontrábamos juntos tomando una taza de té que preparé. Cara a cara, frente a frente. Nosotros dos. Era ridículo y patético.

—De verdad, no era necesario que preparas todo esto—

—Ah, no es nada. Debo ser cordial con mis visitas, no?—

Aún recuerdo ese día de mi juventud en el cual me encontré con el en un humilde bar. El solo recordar como actué ese día me atormentaba de cierta manera, y desde entonces ya no lo he vuelto a ver tan seguido. Pero sorprendentemente el vino a verme, aunque unica y exclusivamente por las esmeraldas. Pero pese a que no las tenía, logré convencerlo de que se quedara.

—...—

Pero esto es muy incomodo.

—Entonces...—

Repentinamente, parada en frente de la puerta principal se proyectaba un sombra la cual comienza a extenderse por toda la habitación. Mis ojos observan como una capa color rojo es ondulada gracias al fuerte viento que repentinamente, y de manera muy inoportuna, se levantó en el exterior.

A su vez, su excéntrica apariencia logró capturar momentáneamente la atención de Shadow, pero yo ya estaba mas que acostumbrado a verla.

Ojos heterocromáticos azul y amarillo respectivamente, Dos coletas atadas con unos listones color rosado, una olla de cocina con una pegatina sobre su cabeza y una expresión de felicidad inminente que se podía sentir con solo ver la gran sonrisa forjada en su rostro. En efecto, esa pequeña y alegre niña era Nea Esther Prower, o para acortarlo y que sea mas fácil de memorizar, Nea.

Su presencia en el taller tomó de sorpresa al erizo que estaba conmigo, el cual Parecía estar disgustado y/o extrañado con la apariencia de Nea, y Honestamente no podía culparlo. Por mucho que quisiera, sería cruel decirle a una niña de 6 años que se ve ridícula usando una olla en la cabeza.

En un abrir y cerrar de ojos, Nea corrió hacía mi con los brazos abiertos, y sin darme siquiera tiempo a reaccionar, ella ya me había rodeado por completo con sus brazos, y me tenía atrapado en uno de sus abrazos mortales.

—¡PAPÁAA! ¡NEA TE EXTRAÑÓ DEMASIAAADO!—

¡Ella dijo esas palabras mientras continuaba abrazándome fuertemente, como si no nos hubiéramos visto desde hace tres años!

Esto era algo a lo que ya me había acostumbrado. Todos los días de la semana sin excepción, Nea viene a verme al taller. Al principio venía junto con Cosmo, pero terminó aprendiéndose el camino y luego de insistir, comenzó a venir por su cuenta.

—¡Nea...me... estás...asfixiando...!—

Luego de unos segundo llenos de dolor y agonía, Nea finalmente me dejó ir, aunque con una sonrisa en su rostro. Como si no estuviera consciente de lo increíblemente agonizantes que son sus abrazos. Pero para ser francos, tampoco debo exigirle demasiado. Al fin y al cabo, es solo una niña pequeña demasiado hiperactiva y ¿Cariñosa? Como todos a esa edad.

—Jiji, ¡lo siento, lo siento. P-pero es que Nea está muuuy feliz!—

No era necesario que lo dijera. De solo verla se podía saber que esa emoción que sentía se estaba desbordando.

—Ah, ya veo. Pero tanta hiperactividad te hará mal...—

—Ehhh? ¡Claro que no! Nea esta perfecta, mira, ¡Perfectamente!—Ella puso su mano en su pecho para sentir sus latidos—¡el corazón de Nea no para de latir! y mientras mas lata, mejor es, ¿cierto? ¿cierto?—Dijo inocentemente con una sonrisa en su rostro, cuando la realidad era bastante diferente a lo que ella creía.—

—¿Eso crees? Podría ser un poco peligros-

—¡Nonsense! ¡Nea esta perfectamente y punto! —

totalmente resignada, Nea rechaza tajantemente la verdad mientras se sienta entre mis piernas. Una vez que una idea se le mete a la cabeza, es difícil convencerla de lo contrario, por lo que la discusión acaba aquí. Mientras todo esto ocurría, Shadow nos miraba fijamente con unas expresiones de confusión e incomodidad bastante visibles en su rostro.

—Ella es...—

—Es mi hija, Nea—

El solo la miraba fijamente, y a su vez, Nea también lo observaba fijamente.

—Papá, el señor sospechoso con cara de pocos amigos no deja de mirar a Nea—Murmuró ella, mientras continuaba observando a Shadow fijamente con una expresión de miedo—

—Tranquila Nea, el señor sospechoso con cara de pocos amigos no te hará daño.—

coloqué mi mano sobre su cabello rubio pálido  para tratar de tranquilizarla.

—Entonces, si no tienes las esmeraldas...—

—¡Espera!—Antes de que pudiese moverse de su asiento, logro detenerlo—¿Para qué las quieres?—

—Tsk, que te importa. No puedo permitirme seguir perdiendo el tiempo aquí—

Esta vez no intenté detenerlo, sería inútil hacerlo.

—Papá, el señor malo con pocos amigos se ha enfadado. Parece va a matar a alguien...—

Podría haber regañado a Nea por decir algo tan horrible sobre alguien que no conocía. Pero por mi mente pasaban otras cuestiones de mayor importancia.

"¿Qué es lo que esta planeando ahora?"



Ya se estaba haciendo tarde, por lo que decidí que era momento de volver. Agarré mis cosas y me fui junto con Nea a casa.

Durante el camino, tuvimos un pequeño desvió debido a un extraño olor a quemado que comenzamos a sentir...

Continuará....