|The Stars Shine In The Sky| PT.II |TLSWC|

CAPÍTULO 23-La nueva amiga del gemelo

Volver a la escuela fue una odisea.

Al principio no pensaba ir, pero Papá insistió hasta el hartazgo para que asistiera, y ahí me ves, luchando contra el sueño para no quedarme dormido otra vez.

—si vueles a dormirte en clase, entonces tendremos problemas—fueron las palabras que Replico mi padre en tono amenazante con el fin de intimidarme. Yo solo asentí. Sabía que no tenía que tomarme a la ligera lo que me decía—

Yo solo asentí, algo asustado pero en el fondo sentía que era inútil seguir asustandome por las mismas palabras de siempre

Estaba harto de esto, quería irme a casa, pero a su vez no quería hacerlo. Mi lucha interna contra el sueño me ganaba, y yo no podía hacer nada contra eso.
De repente, antes de quedarme dormido, sentí como un papelito caía sobre mí cabeza, pero al abrir mis ojos y exaltarme, me di cuenta de que no había nada cerca. Nada me había caído encima

O eso quería pensar.

"Otra vez la paranoia, he..."

Volví a acomodarme, me puse firme y fingí prestar atención a la clase, mi mente no estaba en la tierra, estaba en marte. Intentaba distraerme pensando en otra cosa que no fuera lo que escuché y vi ayer, pero me era bastante complicado centrar mí mente en otra cosa.
Las preocupaciones que tenía me invadían y carcomian por dentro, era normal que no estuviera listo para responder a la pregunta que la profesora de historia me hizo en ese momento.

—Alexis, parece ser que hoy estas muy atento a la clase. ¿Te gustaría decirnos en que siglo inició la monarquía que gobierna la actual Mobotropolis?—

—Ahmm, bueno...–

No supe que responder. Me quedé pensando tratando de hacer memoria por que estaba seguro de saber la respuesta a esa pregunta, pero no dejaban de mirarme. Todos me observaban fijamente a mi, y solo a mi.
Sus penetrantes ojos se posaban sobre mi indefenso yo. Me sentía abrumado al saber que ahora era el centro de atención. Mí respiración se acelera, mis latidos empiezan a resonar mas fuerte y mas rápido dentro de mí. Mis sentidos me pedían a gritos que escapara de esa situación, que me largara de ahí.

—Profesora...—Dije, antes de que ella hablara primero—¿Puedo ir al baño...?—

—Claro, pero, ¿está seguro de que se siente bien? En caso contrario, podríamos...—

—No, está bien. No necesito que llamen a mis padres, solo necesito un poco de aire —

Sentía que me estaban arrebatado el aire de la boca. Estaba a nada de desmayarme, y sin embargo me negué a volver a casa. No quería que se siguieran preocupando por mí
Mojé mi rostro con agua, y con un poco de vergüenza lo observé en el espejo. Se veía desaliñado, pálido, y carente de vida o emociones positivas en general.
Me seguía sintiendo algo angustiado, pero mas que eso, sentía que el peligro no se había ido aún, casi que lo podía oler de tan cerca que estaba. Pero no iba a saltar ahora, aún acechaba desde la oscuridad. Esperaba a que saliera de ahí para atacarme y devorarme internamente.

Si, ese es el miedo.
Si, esa es la ansiedad.

(...)

—¿Como te fue hoy, Ale?—

Con una pequeña y amigable sonrisa en su rostro, mamá me saluda tras llegar de la escuela, y me dice esas palabras.