Secuela de -THE STARS SHINE-
aún cuando todo parece ir bien para nuestros protagonistas, las cosas no tardaran en empeorar cada vez mas y mas.
El destino es incierto.
Pero.
¿Lograran afrontarlo una vez mas? ¿O las estrellas en el cielo ya reescr...
—Entonces, fuimos llevados por un extraño olor hacía esa niña. Se encontraba detrás de un avión en mal estado. Y luego de una pequeña charla que tuvo con Nea, ella se desmayó repentinamente—
Le expliqué de manera más detallada la situación a Cosmo una vez estuvimos fuera de la habitación dónde dejamos a Navda reposando.
—Mmm, puede haber sufrido un accidente quizás...—Murmuró Cosmo para sí misma—El avión estrellado y ella sentada detrás de el... quizás la situación la dejó traumada o algo así..—
Eso era lo que pensé al verla. Sus palabras vacías y la expresión de sus ojos me daban a entender que no se encontraba muy estable en ese momento. Pero entonces...
—¿Por qué no se desmayó por el impacto?—
—Quizás si fue por eso, y no por el humo que la rodeaba—
Ciertamente, eso no lo había pensado.
—Puede ser, pero...Bah, da igual—Concluí finalmente y solté un suspiro de cansancio—
—¿Entonces, ahora que hacemos?—Preguntó Cosmo mientras se asomaba hacia la habitación donde yacía Navda—
—Debemos esperar a que despierte—
Ahora ambos mirábamos a la joven misteriosa desmayada, la cuál a su lado y de una manera algo tierna, se hallaba Nea sosteniendo su mano, esperando pacientemente a que finalmente abra sus ojos.
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—¡Nea ven, vamos a jugar!—.
El animado zorrito de dos colas tironeaba de manera incesante la manga de su hermana, pero esta hacía caso omiso a sus palabras.
—Nea no esta disponible en este momento, Ale—
La albina no se había movido de la silla en la que se encontraba sentada, desde que la dejaron entrar a la sala principal. Ella estuvo firme sosteniendo la mano de su nueva amiga hasta que despertarse. Sin Embargo, esto en lugar de alegrar a su hermano, le hacía sentir celos por dentro.
—al menos deja que la señorita descanse en paz, Ne~Ne—
—¡Nea quiere ver a Navda despertarse!—
Respondió la albina, aún más molesta. El zorro solo se limitó a refunfuñar frustrado, mientras salía de la sala, completamente insatisfecho y con una sensación de derrota que ahora lo asechaba. Sin embargo, pese a que Nea estaba consciente de ello, no tenía intención de dejar sola a Navda, su nueva y única amiga.
