Noah.
—¡Joder Noah!, de saber que el trabajo era tan complicado no te hubiese dicho nada.
Siento las quejas de Alexander a mi lado mientras tomamos nuestras mochilas para salir del aula de informática. Mi compañero camina a mi lado y puedo notar como la mirada de muchas de las chicas de nuestro alrededor se fijan en nosotros debido a su presencia. Alexander es un chico bastante atractivo, delgado, pero con músculos definidos, muy esbelto, de cabellos marrones despeinados y piel bronceada con algunos tatuajes, sus ojos son de una bonita mezcla entre verdes y grises. Debo admitir que incluso yo me sentí atraído por el cuándo le conocí, incluso consideré invitarlo a salir; pero me di cuenta rápido que le prefería de amigo. Aunque es heterosexual nunca ha tenido problemas con que yo sea gay, todo lo contrario, le encanta que salgamos juntos y disfruta buscándome candidatos para pareja.
—A mí me agrada el trabajo.
—¿Y cómo se supone que salgamos de fiesta si tienes que cuidar a dos pequeñas todo el día y de noche tienes que estudiar?, o más importante, ¿cómo se supone que no vas a morir de sueño y cansancio en ese proceso?
Rompo en risas ante las palabras de Alexander, siempre consigue que las situaciones complejas luzcan divertidas, no es de extrañar que sea popular entre los estudiantes de la Universidad, incluso a los profesores parece agradarle bastante. Alex no era el prototipo de chico popular tonto, todo lo contrario, siempre se mostraba agradable y sacaba buenas calificaciones.
—No seas idiota, ni siquiera sé si tengo el trabajo, Julian dijo que me llamaría hoy y, aunque es más de medio día no he tenido noticias suyas.
—¿O sea que el papito desesperado en busca de niñero se llama Julian? ¿Cómo es?
Observo que Alexander me mira de reojo mientras pienso en que respuesta darle. De forma inconsciente los verdes ojos de Julian vienen a mi mente, sus pupilas eran en exceso frías, pero no se notaba natural, sino más bien como si intentara dejar al resto del mundo alejado de su zona de confort, como si no deseara que nadie cruzara esa barrera.
—Es intimidante, quizás un poco capullo. —Hago una mueca al recordar como dudaba de mi edad o las palabras finales que me dijo—. Pero no parece ser mala persona, solo un padre preocupado por el bienestar de sus hijas.
—¿Es atractivo?
—¿Desde cuándo te interesa si un hombre es atractivo?
—Desde que mi mejor amigo lleva más de dos años sin pareja luego de que el cerdo de su ex le engaño.
Tan solo retuerzo los ojos, la verdad es que ya ese tema estaba muy superado, pero elegí no tener más pareja de momento, tan solo romances ocasionales, tengo demasiados problemas entre los estudios y el dinero como para sumarle también a eso la presencia de una pareja en mi vida.
—Sí es atractivo. —Y condenadamente caliente, las cosas como son—, pero tiene dos hijas, me dobla la edad y por lo visto sigue muy enamorado de su difunta esposa.
—Pues vaya desperdicio.
—¿Te han dicho alguna vez que tienes la sensibilidad en el culo?
—Si la verdad me lo dicen mucho.
Sin poder evitarlo ambos volvemos a reír, estos corto momentos que paso con Alexander son los que hacen que la Universidad no se vea tan mal como en verdad es, lo más probable es que sin el apoyo de mi amigo hubiese abandonado la carrera hace mucho tiempo.
—¿Qué harás esta tarde?
—No lo sé —respondo encogiéndome de hombros y mostrándome muy poco interesado sobre el tema.
—¿Por qué no salimos?, ya sabes, para despedir el curso y eso, además, creo que Taylor quiere quedar contigo.
Gruño por lo bajo. Taylor es otro de nuestros compañeros de clase que se ha mostrado un poco pesado en los últimos tiempos insistiendo para salir cada vez que tiene la oportunidad.
—Paso, además… —Pero no termino la frase.
Al salir del edificio de la facultad mis ojos se pierden cuando veo a un hombre alto y rubio de ojos verdes parado frente a la entrada del campus, esta recostado a una camioneta negra y vestido con unos pantalones del mismo color y una camisa blanca con corbata. Observa hacia ambos lados como si buscara a alguien en específico entre las olas de estudiantes que salen de sus clases y cuando su mirada choca con la mía el fantasma de una sonrisa se dibuja en la comisura de sus labios.
—¿Qué hace Julian aquí?
La pregunta escapa de mis labios inconscientemente y noto la mirada de curiosidad de Alexander en mi persona, cuando mi amigo sigue el rumbo de mi mirada y observa a Julian parece bastante interesado.
—¿El papito desesperado vino a verte?
Levanto mi mano y doy un pequeño golpe en la parte trasera de su cabeza a modo de regaño, aunque en el fondo me hago la misma pregunta. Acelero el paso y me acerco hasta la zona donde se encuentra Julian de pie, su mirada tan solo abandona mi cuerpo para observar por unos instantes su reloj y luego volver a volcar su atención en mí.
—Hola —susurro suavemente al llegar a su lado—. ¿Qué haces aquí?
—Ya que vine a ver algunas cosas pensé llegarme en persona a decirte que podías comenzar hoy mismo con el trabajo, si te parece bien claro.
Parpadeo unos instantes procesando sus palabras con detenimiento y sin terminar de creerme lo que escucho.
—O sea, ¿tengo el empleo?
—Eso dije, ¿Tienes planes o vienes con nosotros?
—¿Nosotros?
Me siento como un loro repitiendo cada una de las palabras, Julian abre la parte trasera de la camioneta y noto dos pares de ojitos azules como piedras preciosas observándome con curiosidad. Veo que Julian alza la ceja a la espera de mi respuesta y la verdad es que no quiero poner a prueba su paciencia y perder el empleo en el primer día por lo que me giro unos instantes hacia la zona donde aún se encuentra Alexander observándonos con interés, con un rápido movimiento de la mano indico que se marche y luego le llamaré, puedo ver la curiosidad reflejada en los grises ojos de mi amigo, pero mi amigo solo asiente y continúa su camino.
Cuando vuelvo a girarme hacia Julian este sostiene la puerta del pasajero abierta para mi esperando a que entre. Cuando me acerco al coche caigo en la cuenta de un pequeño detalle.
—¿Cómo sabías que esta era mi facultad?
Le dije que estudiaba en la universidad, pero nunca mencioné la carrera. Julian aparta sus ojos de mí, aun así, puedo notar una pequeña pizca de diversión en ellos.
—Detalles mocoso, pero primero hablaremos de negocios.
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¡Papá Necesita Niñero! [BL]
RomanceEl amor podría llevarlos a la perdición, pero cuando la pasión nace, simplemente no pueden negar el latido de sus corazones.