¡Papá Necesita Niñero! [BL]

Capítulo 17

Noah.

El viaje por carretera fue bastante tranquilo, demoramos un poco más de veintitrés horas dado que paramos en algunos sitios para que Julian pudiese descansar y no se agotase demasiado por conducir; tanto Amelia como Samanta reían y cantaban hasta que llegaba el punto en que ambas dormían en los asientos traseros abrazadas a sus peluches. Me sentí feliz al notar como Julian se mostraba calmado y sereno durante toda la trayectoria, como si todos los fantasmas que le acechaban hubiesen desaparecido, aunque yo sé mejor que nadie que continúan ahí preocupándole. En parte es por ello que sugerí este viaje, con la idea de que el militar se relajase y encontrara la paz que necesita.

Yo por mi parte pasé la mayor parte del tiempo del coche sumergido en las últimas novelas de Kieran Jacobson, juro que este sujeto describía a los demonios, cambiaformas, pecados capitales y otros seres sobrenaturales como si hubiese convivido con ellos y fuesen parte de nuestro día a día; pude sentir muchos escalofríos debido a esto y eso por no mencionar el romance de los diversos protagonistas humanos/sobrenaturales. También me entretuve bastante con la música de mi reproductor, una de las canciones que más me gustaba era I'd come for you de Nickelback; a la par que la escuchaba no pude evitar mirar por el rabillo del ojo a Julian, creo que esta canción es un poco parecida a nuestro caótico inicio que ahora parece una historia perfecta.

No quiero caer demasiado deprisa o creer en la única y verdadera pareja para toda la vida, sin embargo, ya admití que me enamoré de Julian y a medida que pasa el tiempo siento que no quiero separarme de él ni de las niñas, los he llegado a querer como mi propia familia. Solo espero que el militar quiera, aunque sea, algo parecido. Aún no me responde a mi declaración, pero no estoy apurado por ello; sé que me quiere, me lo ha demostrado a través de actos incontables veces, solo necesita tiempo para adaptarse a la situación.

Llamé a mi abuela minutos antes de llegar al pequeño rancho de su propiedad, por lo que una vez que aparcamos en la casa ya la mujer salía de la misma corriendo para darnos la bienvenida. Bajé del coche y me lancé directo a sus brazos para envolvernos ambos en un abrazo de oso.

—¡Nana!

Mi abuela era, quizás, un poco más alta que yo, a sus sesenta y cinco años no aparentaba su edad en lo absoluto; siempre lucía esbelta, no era flaca, pero tampoco obesa, sino que se encontraba en un perfecto intermedio, sus brazos eran bastante fuerte dado que a pesar de su edad mi abuela aun trabajaba en el campo y haciendo cosas de la casa, era una mujer fuerte e independiente que mantenía este rancho a flote. Sus cabellos estaban en una exquisita tonalidad plateada y sus ojos presentaban una mezcla de tonos café y chocolate, en ellos podía notarse toda la experiencia acumulada de la mujer. Mi abuela me crío cuando mis padres murieron y nunca se quejó por ello, todo lo contrario, siempre me llenó de afecto y amor constante.

—¡Dios bebé!, te estaba esperando ayer, ¿hubo algún problema con el avión? —Me llenaba las mejillas de fuertes besos a la par que hablaba, su atención se centró en Julian cuando este bajó del coche y se acercó a nosotros—. Has venido con compañía, pero ¿dónde están mis modales?

Nana se dirigió a Julian propinándole también un enorme abrazo de oso, el rostro de Julian mostró toda la sorpresa que sintió a medida que los brazos de mi abuela le envolvieron, sin embargo, no tardó en reaccionar y luego de unos pocos segundos devolvió el cariño que se le ofrecía. No pude evitar sentirme feliz y orgulloso ante la imagen que están presenciando mis ojos en este instante.

—Nana este hombre es Julian, estuve trabajando para él de niñero en el pasado mes—informé sin estar demasiado seguro si Julian deseaba que dijese el resto, a pesar de que yo desearía gritárselo a mi abuela debo tener paciencia con Julian—. Las niñas están durmiendo en el coche, pensé que sería buena idea venir todos juntos y a Julian le pareció bien un viaje por carretera.