¡Papá Necesita Niñero! [BL]

Alexander/Cam

#4

Cameron revisaba su teléfono celular cada pocos segundos para comprobar que había llegado a la universidad en el horario correcto; efectivamente, según el último mensaje que Alexander le había enviado estaba en hora, aunque quien dice en hora dice con varios minutos de antelación si se era del todo sincero. Ha pasado casi una semana desde la salida a la cena, luego de ello y justo como acordaron pasaron parte de la noche del miércoles en el cine viendo una película de acción, ayer jueves Cameron pidió a Alexander almorzar con él y hoy volverían a ver una película.

Para sorpresa e inquietud de Cameron el chico mantuvo su palabra y ni siquiera intentó besarlo en ninguna de las salidas; el maldito mocoso logró su objetivo y tenía a Cam nervioso anhelando probar sus labios y queriendo pasar cada rato libre junto a él; simplemente no lograba apartar a Alexander de su mente ni siquiera en horario de trabajo, se encontraba a él mismo sonriendo ante el recuerdo de alguna conversación o acto por parte de Alexander.

Alexander había resultado ser muy opuesto a lo que imaginó en un inicio, era divertido y carismático, aunque al mismo tiempo lograba escuchar todo lo que le decías; provoca que te sientas cómodo a su lado, es más que un chico de una noche e imbéciles aquellos que no se dieron el tiempo de pasar más de cinco minutos con él para conocerle en verdad y ver la joya que era como ser humano. Lo peor es que Cameron casi fue uno de esos idiotas, pero en esta semana que ha pasado ha observado como Alexander habla con entusiasmo sobre su hermano, como ama las películas a pesar que detesta las de ciencia ficción con robots o extraterrestres; Cam también se percató de como Alex ama comer chocolate, aunque no le gusta cuando trae leche…todos estos elementos y mucho más han provocado que Cameron se dé cuenta que desea continuar conociendo al chico y para mucho más que una simple amistad y piensa dejarlo claro la noche de hoy.
Los estudiantes comenzaron a salir de sus facultades cuando Cameron, por fin, visualizó a Alexander en la distancia, sin embargo, su sonrisa desaparecía a medida que observaba como un gran número de estudiantes se topaban en el camino del menor para proporcionarle saludos y abrazos y, aunque lo intento, no pudo evitar la sensación de celo que se apoderó de su cuerpo. Era una emoción asquerosa y repugnante que llenaba su boca de amargura y provocaba que el hombre apretase sus puños lo más fuerte posible hasta el punto que la piel de los nudillos se puso blanca.

Cameron nunca ha tenido problemas de confianza, pero viendo a Alexander tan solicitado no puede evitar preguntarse porque el chico desearía a alguien que es más de veinte años mayor que él.

La mandíbula se le tensaba y, ¡joder!, que no daría él por acercarse y jalar a Alexander hasta su lado para sacarle de ahí. Cameron nunca ha sido del tipo de hombre posesivo y celoso, sin embargo, no le gusta que babeen sobre su chico.

«Su chico». De donde demonios salió esa idea, pero sí, quiere que lo sea.

Cuando las miradas de Alexander y Cameron chocaron una sonrisa explotó en la cara del menor, para cualquiera que lo observase era más que obvio que se encontraba feliz y ansioso de reunirse con el marine. Se despidió de los amigos que tenía alrededor y rechazó algunas nuevas invitaciones a fiestas para luego de ello acercarse a donde se Cam se hallaba parado junto con la Harley.

Antes siquiera de darse cuenta la mano de Cam rodea la cintura de Alexander apegándole a su cuerpo, los labios del hombre descienden con cuidado hasta rozar la mejilla del menor y depositar un suave beso, en verdad lo que anhelaba era apoderarse de los labios de Alexander, pero no quería arruinarlo, deseaba que la primera vez que lo besara fuese por una situación más íntima y no solamente guiado por los celos que sentía ahora mismo.

La sorpresa destelló en el rostro de Alexander, no obstante, el chico supo enmascararla con rapidez y sustituirla por su sonrisa inicial; sus manos se apoyaron sobre el cuerpo de Cameron y saboreo la sensación de ser envuelto por los musculosos brazos, había llevado utilizar todo su autocontrol esa semana para no haberle besado; Alexander había dicho que quería intentar algo más que una noche de diversión, pero no se dio cuenta de cuan ciertas fueron esas palabras hasta que los días pasaban y cada vez ansiaba más ver a Cameron.