Capítulo 14.
Noah.
Son pasadas las diez de la noche mientras acuesto a Amelia y Samanta en sus pequeñas camas, estaban un poco decaídas porque Julian no había llegado para estar con ellas y darles su beso de buenas noches; al inicio me sorprendió dado que el hombre siempre es puntual con los horarios, pero supuse que ha tenido muchas cosas que hacer en el trabajo por lo que les comenté que no se preocuparan, que su papá estaría con ellas en la mañana. Me mantengo al lado de ambas hasta que se quedan dormidas, cada una está sosteniendo un pequeño peluche esponjoso, se los traje hoy a modo de obsequio. Samanta ama los mundos fantásticos, los cuentos de hadas y las historias de mitos y leyendas, por lo que le compré un pequeño unicornio morado con la crin de diversos colores; Amelia, al poseer mayores gustos por los animales reales le traje un osito marrón con corbata.
La alegría de ellas fue la mía cuando las vi abrazar y jugar con los peluches como si fuesen los mejores regalos del mundo.
Una vez que se durmieron salí de su recamara y bajé a la sala con la intención de leer un poco en el sofá. Mis tareas estaban concluidas y, como le prometí a Julian, deseo esperar a su llegada para conversar con él algo importante, algo que me hace mucha ilusión, pero que interferirá con mi trabajo cuidando a las niñas por lo menos un fin de semana completo. Me coloco mis gafas para leer y tomo de mi mochila una edición muy vieja del libro Arsenio Lupin VS Herlock Sholmes; las páginas se encuentras desgastadas debido a su gran antigüedad, pero es uno de mis libros preferidos y siempre que lo tomo disfruto al máximo de la lectura.
Sin embargo, la noche de hoy me está siendo imposible concentrarme en las inteligentes estrategias del ladrón de guante blanco para enfrentar al detective británico. Mi mente no deja de pensar en Julian, veo el reloj en mi muñeca y es tarde, una parte de mí está preocupado de que algo malo haya sucedido, aunque me obligo a no pensar en ello, en su lugar rememoro todo lo que nos ha pasado esta última semana.
Desde que se apareció en mi casa la noche en que yo me encontraba bebiendo con Alexander todo ha ido a mejor, mi amigo no deja de burlarse diciendo que parezco un ansioso adolescente; quizás sea por eso que en parte he intentado controlarme y he rechazado las ofertas de Julian de pasar la noche aquí con el dejando que nuestros encuentros amorosos sean solo en mi casa. Todo esto es nuevo para el hombre y sé que se está esforzando en hacer lo mejor, pero sencillamente no quiero que se sienta obligado a nada.
Alba también parece sospechar sobre nosotros, la mujer siempre nos observa con sonrisas cómplices o realiza sagaces comentarios sobre lo necesario que era yo en esta casa y las alegrías que he traído a la vida de Julian. Sus palabras son un consuelo y no puedo evitar sentirme bien por ello, sentirme especial. Es lindo sentirse querido y apreciado cuando mi última relación fue una total mierda sin medir palabras. Julian me proporciona incluso aquello que no sabía que necesitaba o que intentaba ignorar.
Las horas pasan y continúo observando mi reloj, Julian no llega y ya falta poco para la media noche. Siento como mi pecho se oprime debido a la preocupación, nunca ha llegado en estos horarios ni se ha ido a la cama sin despedirse de sus hijas; intento llamarle en reiteradas ocasiones al celular, sin embargo, la única respuesta que recibo es la de la voz computarizada de la contestadora. No tengo manera de contactarle por otra vía y, a estas alturas, siento la preocupación de que le haya sucedido algo.
Doy vueltas por la sala esperando y cuando finalmente escucho la puerta de la estrada abrirse un ligero alivio se apodera de mi cuerpo. Aunque para ser sinceros esta sensación no dura y desaparece en el mismo instante en que veo como Julian viene casi recostado por completo sobre el cuerpo de Cam, sus piernas se tropiezan y solo no cae al suelo porque su amigo le sostiene por la cintura y las manos. Corro hacia ambos hombres preocupado y tomo el rostro de Julian entre mis manos, el olor del alcohol invade mis fosas nasales; Julian está al cien por ciento borracho.
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¡Papá Necesita Niñero! [BL]
RomanceEl amor podría llevarlos a la perdición, pero cuando la pasión nace, simplemente no pueden negar el latido de sus corazones.