Papá Sirius, Papi Severus (Sirius X Severus)

Chismesito en familia (pt3)

- Pero como se hicieron novios tío Lucius y Remus? - Preguntó Harry con una sonrisa amplia moviendo un poquito sus pies sentado junto a Leo y Draco.

- Pues...es una historia romántica - sonrió Remus, Lucius lo miro levemente incrédulo. - ¿Qué?- Murmuró haciéndose el desentendido solo para recibir un resoplido del rubio-...verán pequeños...- sonrió iniciando Remus.

Flashback

Aproximadamente cuatro meses antes de que aquella gran pelea se desate entre ellos.

Lucius caminaba en silencio hacia su clase de transformaciones, su paso elegante y pronunciado solía llamar la atención de muchas personas, cosas extrañas habían estado sucediendo a su persona desde hacía algún tiempo. Diario alguien le dejaba algún tipo de carta acompañado de una preciosa rosa, que cambiaba de color cada día, unas veces eran rosas blancas, otras amarillas, variaban de un hermoso coral tirando a un suave naranja, un rojo, un rosado suave y hasta azules, algo precioso.

Hoy no era exactamente la excepción, sentandose en su lugar de siempre esperando a que los demás alumnos entren y la profesora también, una hermosa rosa rosada con un pergamino que tenía un suave color marrón como si fuese manchado de té apareció en su escritorio, disimulando su asombro y con sus mejillas rojas tomó ambas cosas, primero aspiró el suave aroma de la flor, fresco y suave.

Ahora sí abrió la bota.

Tus ojos son lo más hermoso que he visto, tu cabello resplandece como luz luego de una intensa tormenta, tus labios son lo que más ansio tocar y tal vez no suene como la mejor cosa, pero me he visto envuelto en el constante deseo de poder tocar tu fino cabello con mis dedos, acariciar esa hermosa cara con mis manos y robarte el aliento a besos.
He estado pensando en cómo presentarme ante ti, nuestro amor parece prohibido pero no quiero dejar ésta vida sin antes haber dicho que intenté hacer algo por ti y por mi. Veme este sábado en la torre de astronomía, a las once de la noche, estaré esperando pero si decides no ir, entenderé que no soy para ti.
Con amor J.L.

Un suspiro se escapó de sus labios, sonriendo comenzó a prestar atención a la clase, su admirador secreto esperaba pronto conocerlo, amaba la forma en la que dejaba al desnudo sus sentimientos y pensamientos, no daba vueltas, era sincero y sabía que las rosas eran de sus flores favoritas.

El día esperado llegó, desesperado se colocó lo que para él era una ropa bastante bonita y formal, conocería a aquella persona que le robaba sus suspiros a todas horas. Un hermoso suéter cuello de tortuga negro, con unos pantalones grises que eran tiro alto hasta su cintura, se recogió el cabello en una cola sencilla y salió con cuidado, no debería estar así como así, debería cumplir sus funciones como prefecto pero una noche que falte no haría daño.

A las diez y cincuenta de la noche comenzó a dirigirse a aquella torre, encuentro de muchos adolescentes hormonales para su gusto, pero no tenían más lugar a cual ir.
Diez y cincuenta y nueve, logró llegar, a pasos lentos se acercó a una persona que le daba la espalda.

-Crei que no vendrías...- Esa voz, la conocía, no podía ser...- Lucius - Volteó aquella persona sonriendole con sus mejillas rojas y timidez notoria, Lucius apretó sus puños fuertemente para después cerrar un instante sus ojos.

- Lupin...- Murmuró simplemente para después mirarlo con enfado.- ¿Esto es una broma?- gruñó bajo.

- Por supuesto que no, yo soy J.L - dijo acercándose despacio - He esperado mucho tiempo por este día y al fin estás aquí.

Lucius arrugó su nariz con una enorme incógnita, ladeó su cabeza y suspiró pesadamente.c

- ¿Que hiciste Lupin?