Epílogo

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Ocho meses después de la boda.

El hospital San Mungo, respetado y muy bien dirigido por el nuevo jefe Draco Malfoy, un mago respetable y muy querido por los empleados, en este momento dejó de ser aquel hombre respetable y serio que tenía solución a todo, estaba hecho bolita en un rincón.

- Va a venir, va a venir, va a venir - decía con voz bajita balbuceando un poco. El hospital era un caos, ¿Y como no?

Si una manada de jóvenes adultos corrían de allá para acá, un joven oji-gris de cabello indomable quería patear a su primo Draco.

- Ya cálmate, te vas a quedar sin huevos

Dijo mientras negaba, Teddy de seis años estaba allí mirándolos mientras comía un chocolate de una máquina de dulces que había en el hospital mientras veía al rubio ser presa del pánico a nada de mojar sus pantalones.

En la sala de maternidad unos hombres más que cuarentones estaban atrincherados frente a una puerta queriendo ver y averiguar qué pasaba, cuatro eran abuelos y el resto solamente iba de chismosos.

- Seré abuelo, me dirán tío - dijo Sirius asintiendo - o papá Sirius, ¿no suena hermoso?- dijo emocionado.

- Ni lo pienses. Serás abuelo - dijo Lucius empujando a Sirius con su bastón buscando una mejor visión.

Un joven de ojos verdes y cabello despeinado sudaba y gruñía a todo aquel que se le acerque.

- Dile a ese idiota de tu hijo que si no viene no va a tener testículos para engendrar otro hijo - decía apretando la mano desesperadamente de su amiga Pansy mientras Lupin miraba preocupado a su yerno, su hijo el idiota se había encerrado en su oficina por puro miedo.

- Si querido, iré a buscarlo - Murmuró con toda la paciencia del mundo.

La mano de Pansy sufría mucho por los apretones de Harry quien tenía un enorme vientre de nueve meses, listo para que un bebé salga.

- Te juro que si no te calmas me rompes la mano - dijo Pansy con todo el pesar del mundo - ¡Blaise ven aquí!- gritó al moreno que fingía ser invisible- ¡Ya es hora de cambiar!- no iba a dejar que ese joven hormonal le rompa la mano.

- Mierda, ¡lo voy a mataaaar!- gritó Harry histérico mientras se quejaba.

Un rubio venía siendo jalado de la oreja por un hombre un poco más bajito que él, Remus.

- ¡Aquí estoy amor ah auh, duele mamá!- grito Draco.

- ¡Tengo pito!- gritó Remus a su hijo- Mamá mis testículos, ve con tus esposo Draco Lucius Malfoy Lupin - lo empujó.

Harry miró con odio a su pareja quien sentía que se iba a desmayar. Entonces a empujones entró un medimago, listo para que se haga la cesárea.

- Bien, pueden retirarse todos, solo el padre puede quedarse - dijo el médico mientras sedaba a Harry de su zona baja, listo para abrirlo. Severus en silencio se levantó y besó la frente de su hijo.

- Tú puedes mi niño - dijo con toda la calma para después simplemente mirar a todos los que querían amontonarse y mirar, quienes al ver su rostro corrieron a dispersarse, incluso Lucius.

Lupin suspiró siguiendo a su amigo.

En pleno parto Draco sostenía la mano de Harry mientras le daba palabras de amor
 

- Ya casi viene mi pequeño hermoso, ya casi - decía sonriendo mientras Harry lo miraba fijamente.

- Un poco más y ya casi - dijo el médico mientras hacia su trabajo.

En un instante, la sala se inundó de un sonido húmedo seguido de un llanto potente.

- Es un saludable varoncito - sonrió el médico mientras se lo daba a una enfermera para cerrar la herida de Harry con cuidado, el bebé lleno de sangre y líquido amniótico estaba siendo llevado por la mujer hacia Harry, entonces un sonido seco se escuchó.

Harry ignoró a su pareja desmayada viendo a su bebé ser acostado en su pecho desnudo, acarició sus manitos con una sonrisa en sus labios.

- Bienvenido mi pequeño.

Dijo bajito el joven, el bebé tenía una pelusita rubia en su cabecita, ojitos grises como los de Draco y piel pálida rosadita cómo Harry, era un bebé hermoso.

Draco se levantó con ayuda de la enfermera luego de un ratito para acercarse y ver a su pareja e hijo.

- es hermoso, mi amor - Susurró lleno de alegría acariciando con ternura la manito del bebé quien balbuceaba un poquito. - nuestro pequeño Scorpius - río Draco.

- ¿Por qué los Malfoy tienen nombre de animales?- Susurró negando con diversión, aunque el nombre era perfecto.

Unas horas después los abuelitos encantados con su nuevo nieto, se disputaban a ver quién sería el favorito, en pocas palabras Sirius y Lucius aunque Barty y James también, solo porque querían participar tiraban un "uhhh, mira lo que te dijo" queriendo avivar las llamas.

Severus, Regulus y Remus negando miraban a sus esposos mientras hablaban con el joven acerca del bebé que estaba en brazos de un muy sensible Severus que largaba lágrimas de vez en cuando.

- Es tan hermoso, me recuerda a ti mi amor. - Sonrió el oji-onix acariciando la mejilla del bebé que yacía dormido en sus brazos, ya era claro a quien prefería pues en brazos de los demás lloraba mucho y con él, dormía pacíficamente.

Peter miraba emocionado al bebé aunque regañaba a los jóvenes que estaban en la habitación por hacer mucho escándalo.

Si, una familia ruidosa y muy grande era la que tenían, pero estaba bien si se protegían y querían mucho, y Scorpius no pudo tener mejor familia que esa.

Un año después, Harry y Draco cumplían su aniversario de casados, por lo que el rubio no perdió oportunidad de festejar con su esposo a solas, así que Scorpius había quedado a cuidado de Sirius y Severus.

- Bu~- balbuceaba Scorpius mientras se acurruca a en su abuelo Severus quien le leía un cuento. Sirius les sonreía mirandolos encantado.

- Si, así es cariño - río Severus para después acomodar al menor entre sus brazos, parecía ya querer dormir, y así fue ya que unos minutos después el pequeño rubio se había quedado profundamente dormido.

Ambos fueron a depositar al menor en la cuna que había pertenecido a Harry mientras miraban dormir al menor.

- Hicimos bien las cosas, ¿No lo crees cielo?- dijo Sirius abrazando a Severus.

- Por supuesto que sí, ¿y sabes algo?- Volteó a ver al de rizos con una sonrisa.- No me arrepiento de ninguna cosa en nuestra vida, gracias por todo esto mi amor - suspiró.

- Gracias por aceptar mi amor mi pequeño príncipe mestizo - Susurró para después abrazarlo con ganas y plantar un adorable beso en sus labios-...y ahora que tenemos un tiempo a solas - soltó una risita divertido y pícaro acariciando la cintura ajena.

- Eres un pervertido - río negando el joven abuelito.

- Yo planeaba dar una pequeña vuelta en la motocicleta, no es mi culpa que pienses en eso ~- dijo divertido llevándose a su pareja con cuidado de la mano.

- Ahg, no subiré a ese monstruo, chucho - se quejaba .

- Es parte de la familia amor - dijo riendo mientras ambos se escabullen al jardín, después de todo, la noche aún era joven.

   Fin.

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Papá Sirius, Papi Severus (Sirius X Severus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora