Capítulo 15

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Ju-ri se removió inquieta en su lugar, abrió sus ojos parpadeando lentamente, sintiéndose desorientada

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Ju-ri se removió inquieta en su lugar, abrió sus ojos parpadeando lentamente, sintiéndose desorientada. Llevó su mano a su cabeza, sintiendo como esta daba vueltas rápidamente y con cuidado se levantó sentándose al borde de la cama, debajo de sus pies sentía frío y la piel se le erizó mientras refunfuñaba algo adormilada.

—¿En qué momento llegué a casa? —murmuró cerrando fuertemente los ojos. Se colocó de pie, mientras frotaba uno de sus ojos y estiró la mano tomando el picaporte, pero este no se abrió. Confusa, intentó girar nuevamente la perilla pero esta no cedía—¿Mamá? —murmuró—. ¡Mamá, abre la puerta! —gritó, pensando en que el cerrojo estaba roto, a veces solía pasarle.

Pero del otro lado no hubo respuesta alguna y la desesperación comenzó a invadir su cuerpo cuando oyó demasiado silencio, apoyó su oreja contra la puerta y pudo agudizar su audición, logrando percibir una respiración fuerte, algo acelerada y debajo de la puerta, gracias a la luz que se filtraba, podía ver la sombra de los pies de alguien.

Miró a su alrededor y logró visualizar una ventana a pocos metros de ella, corrió las cortinas llenas de polvo y rasgadas, notando que la ventana era cubierta del lado de afuera por grandes tablones de madera. Acercó su rostro a un pequeño orificio entre las tablas, por donde se filtraba la luz y los bellos de su cuerpo se encresparon ante el miedo. La respiración se le atoró y abrió sus ojos de forma desorbitante. Una fina capa de sudor frío comenzaba a hacerse presente en su cuerpo, estaba acabada, lo sabía y todo era su propia culpa.

Lo poco que podía ver era un cielo cubierto de nubes y una tenue luz lunar que iluminaba una gran cantidad de árboles que se extendían a kilómetros de distancia haciendo imposible su intento desesperado de ver la civilización.

Corrió nuevamente hacia la puerta, golpeándola con manos y pies, entendiendo la situación desesperante y terrorífica en la que se encontraba en ese momento.

—¡Sé que eres tú, Tae-hyung! —gritó furiosa—. ¡Déjame salir! —insistió—, ¡sácame de aquí, ahora! —miró por debajo de la puerta y escuchó una fuerte risa profunda que la hizo llorar del miedo—. ¡Tae-hyung, ábreme! —sollozó desesperada.

El mencionado arrastró los pies y comenzó a largarse de allí, escuchando los gritos desesperados de Ju-ri y los fuertes golpes que le daba a la puerta como infinitos ecos que recorrían la estancia. No le causaba pena, no sentía ni una pizca de lástima por ella.

No sentía nada más que odio hacia Ju-ri, el simple hecho de que fuera igual a aquel hombre provocaba que quisiera acabar con ella, la aborrecía tanto que su cuerpo temblaba de rabia al recordar el pasado.

Tarareando una canción que provenía de la radio, se marchó a la cocina, dónde comenzó a preparar algo para comer. Siempre le daba apetito cuando estaba a punto de hacer grandes cosas. Sonrió torciendo los labios cuando tomó un trozo de carne de res y con un cuchillo afilado, comenzó a hacer distintos cortes como todo un profesional.

𝐌𝐈𝐍𝐃 | 𝐊𝐓𝐇 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora