Capítulo 6

300 83 113
                                    

«Este mocoso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«Este mocoso... », pensó Ju-ri, mientras recogía la ropa sucia que su hermano había tirado al suelo. El niño era tan desordenado, que entre todo el alboroto, no encontraba su portátil que le había prestado el fin de semana.

Finalmente lo encontró debajo de un par de pantalones que se encontraban sobre su pequeño escritorio a un costado de la ventana, por la cual se asomó para verificar que tuviese puesto el seguro tal y como le había dicho a su hermano que debía poner sin falta alguna, pero a cambio, había notado algo extraño y que necesitaba comprobar por sí misma para descartar que fuera una simple ilusión que su alborotado cerebro había creado para jugarle una mala pasada.

Inmediatamente corrió escaleras abajo saltando los últimos dos escalones de camino a la entrada en donde, tomando su abrigo que colgaba del perchero a un lado de la entrada, junto con el resto, estaba lista para calzar sus zapatillas e irse.

—¿A dónde vas tan rápido? —preguntó su madre, bajando sus gafas hasta la punta de la nariz. Ella se encontraba sentada en la sala junto a Nam-gyu, leyendo un libro mientras que el niño veía la televisión ajeno a lo que ocurría a su alrededor.

—Saldré a dar una vuelta... —mencionó colocándose las zapatillas apresuradamente, sin lograr amarrar del todo bien sus agujetas.

—¿Tan tarde? —inquirió dejando de lado el libro para concentrarse en su hija que lucía tremendamente alterada.

Ju-ri viró los ojos—Vi a Tae-hyung cargando cajas, se veía que necesitaba ayuda —mintió mientras metía entre su bolsillo su celular—. Al rato regreso —se despidió finalmente, dando un portazo y dejándola con las palabras en la boca.

Su madre no pasó por alto aquello, sin embargo no dijo nada y sonrió levemente. De cierta forma, sabía que era cuestión de tiempo para que su hija sucumbiera ante los encantos del nieto de la señora Kang, después de todo, era un joven hombre muy atractivo.

Ju-ri sopló sus manos para darles calor, pues aún el clima era frío y la nieve permanecía como una capa que no iba a derretirse de la noche a la mañana. Rápidamente trotó hacia la casa de su vecino y se detuvo cuando lo vio cargar una pala en el baúl del auto.

Tae-hyung no llevaba más que una camiseta blanca y una sudadera verde, como si el frío de aquella noche no le afectara para nada. Él se detuvo al sentir una presencia a su espalda y se giró rápidamente mirando directamente a la responsable.

Ju-ri abrió sus ojos de manera desorbitante y llevó una de sus manos a su boca mientras que con la otra lo señalaba y comenzaba a retroceder con el miedo impregnado en cada poro de su piel. Su cuerpo comenzó a dar fuertes sacudidas siendo presa del pánico y la evidente sorpresa.

—¿Po-por qué estás cubierto de sangre? —preguntó con la voz temblorosa.

Él miró su ropa manchada de sangre con desinterés y luego miró sus manos de las cuales caían gotas de aquel líquido, formó un puño y apretó la mano sintiendo como el viscoso flujo se resbalaba por entre sus dedos.

𝐌𝐈𝐍𝐃 | 𝐊𝐓𝐇 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora