El silencio de la noche se veía interrumpido por la estridulación aguda y perceptible a la distancia que emitían los grillos que rondaban en el jardín. Había una brisa cálida que acompañaba al estrellado cielo que, con la ayuda de las farolas, iluminaban la oscuridad de la pesada noche que caía sobre la ciudad. Algunos perros correteaban por las calles y algún que otro gato se encontraba en medio de alguna disputa junto con otros felinos sobre los tejados de alguna casa cercana.
Caminó de un lado a otro en la habitación escuchando el rechinar de la madera bajo sus botas, sintiendo su respiración agitada y mordiendo el borde de su dedo índice mientras esperaba impaciente a que se diera el momento exacto.
Miró de reojo la silueta que permanecía a un costado y tiró de su propio cabello para luego frotarlo exasperado y finalmente mirar en aquella dirección.
—¿¡Y tú que me ves!? —exclamó moviendo sus brazos hacía atrás extendiendo estos a sus costados—. Siempre haces lo mismo, deberías dejarme tranquilo... —murmuró apuntando en aquella dirección—... al fin y al cabo, es solo tu culpa —soltó con desprecio pintando cada matiz de su voz.
Rascó su nuca y se dirigió al jardín de la anticuada casa, miró el montículo de tierra que aún permanecía allí y pateó la pala que seguía clavada en la tierra en un intento en vano de calmarse.
Miró a la lejanía, las luces de las demás casas permanecían apagadas, especialmente la de ella. Una corriente circuló por cada una de sus extremidades logrando que se formase una amplia sonrisa en su rostro, se sentía enérgico y con unas tremendas ganas de dar inicio a su pequeño y sucio juego retorcido.
Decidido, saltó la cerca de un impulso y a pasos firmes se dirigió hacia aquella casa de aires pintorescos. Miró hacia arriba, con sus manos en los bolsillos de su pantalón deportivo y dejando escapar un gran suspiro, abrió la puerta que daba al jardín trasero, tal y como lo pensó, nadie la había cerrado.
Se introdujo en aquella casa y con las manos detrás de su espalda, analizó todo a su alrededor recorriendo la estancia con pasos cortos y calmos, dando giros de vez en cuando; dedujo que no eran muy ordenados ni tampoco tenían demasiada decoración, eran sencillos en eso y de cierta forma, se sintió agradable aquel lugar.
Pero ella era complicada, desde el momento en el que la había visto al llegar, no pudo pasar por alto sus ojos suplicantes que le imploraban un rescate de inmediato y eso le estrujó el pecho. Él no tenía ni idea de que ella estaba allí.
Llegó hasta su habitación y pegó su frente a la puerta dejando escapar un suspiro pesado que venía desde el fondo de sus entrañas antes de abrirla. Ingresó bajando el cierre metálico de aquel abrigo fino que llevaba puesto y arrojó la prenda en algún sitio que le fue indiferente. Tomó la tela negra de su remera de cuello en "v" de su camiseta negra pero antes de quitársela, prefirió dejarla en su lugar y se sentó a un lado de la cama observándola dormir.
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𝐌𝐈𝐍𝐃 | 𝐊𝐓𝐇 [+18]
FanficLa vida de Moon Ju-ri comienza a cambiar a partir de las pesadillas y noches eternas en las que siente que la vigilan; pero no solo cambiaría con aquello, sino que también con la llegada de un vecino misterioso, a quien tanto ancianos como niños le...