Capítulo XVIII: RUTINA DEVASTADORA

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Capítulo escrito y revisado por: pyresofvaranasi.





CAPÍTULO XV: RUTINA DEVASTADORA.



Esa mañana se despertó decidida a no ser nunca más una victima de su propia vida, amaneció llena de odio y resentimiento hacia todos los hombres que se habían cruzado en su destino.

En especial con Severus Snape, aquella herida había sido re abierta y se clavaba en ella como una puñalada limpia y profunda.

Fumaba su tercer cigarrillo de la mañana cuando decidió escribirle una carta a la directora de Hogwarts aceptando la plaza que le ofrecía cómo profesora de pociones.

Fumaba su tercer cigarrillo de la mañana cuando decidió escribirle una carta a la directora de Hogwarts aceptando la plaza que le ofrecía cómo profesora de pociones

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El dolor y el resentimiento hacia su viejo amor la impulsaban a hacerlo sufrir de la forma más dolorosa que pudiese... lo odiaba tanto que lo amaba aún más.

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Su primer día en Hogwarts se sentía ahogado y forzado, cómo si estuviese tan fuera de lugar cómo un pez fuera del agua... allí todo seguía igual, los muros, los ladrillos, y los alumnos.

Casi cómo si no hubieran pasado cosas abominables en sus aulas, casi cómo si su vida entera estuviera pausada entre sus muros. Ciertamente ella no era la misma niña abusada, pero allí seguía aquella tristeza gigante apresando su corazón.

Dejo su maleta sobre la cama de la habitación que le habían dado en las mazmorras de castillo, muy cerca del aula de pociones y de los aposentos de Snape, que a pesar de desempeñar otra asignatura se había rehusado a subir a las alturas del castillo.

Lo entendía, él era un animal de costumbres, y algunas cosas no cambiarían nunca para él.

Esa tarde se vistió cómo no solía hacerlo, ahora en el castillo se sentía a flor de piel, unas medias transparentes negras y un diminuto vestido color gris plomo con puntos negros, unos tacones de charol en punta y estaba lista.

Tomo su capa, arreglo su cabello en abundantes ondas y retoco su maquillaje antes de salir.

Severus Snape se arrepentiría de todo.

Con la decisión que le tomo años fabricar camino hacia el gran comedor, como en sus recuerdos estaba siempre repleto de gente... los alumnos comían deleitados el banquete mientras que en la gran mesa de profesores solo se dedicaban a observar el delicado equilibrio que habían conseguido después del caos oscuro de años atrás.

Corazón ViolentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora