Capítulo III: depravado deseo.

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Capitulo escrito por @pyresofvaranasi y editado por @VictorHugoNox

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-¿Qué? –espetó Helena, sintiendo sudar frío... Lentamente calculó las pulsaciones erráticas de su pecho.

-Ya me escuchó -siseó su profesor, Severus era un hombre serio, pero sumamente atrayente... aquella voz, su altura, su manera de mirar... todo eso se volvía una combinación casi mortal.

-¡No creo haber... escuchado bien! –dijo Helena, tragando en seco, asustada.

Snape ignoró sus sentimientos.

-Necesito que cuando yo se lo ordene, me liquide –gruñó, sirviéndose un trago de whisky de fuego-. Lo practicaremos hasta que sea perfecto. Mi muerte será como yo lo decida, es lo único que tengo –murmuró, amargo.

-¿Su... muerte? ¿De qué me habla?

-Usted me matará y así impedirá que me mate alguien que odio. Se volverá una eficaz asesina.

Helena estaba a punto de llorar por esas palabras insensibles.

-¡Yo... no puedo hacer eso...! –tartamudeó, jugando con sus manos- ¡No soy una asesina...! –aseguró, sintiendo la bilis quemar su boca.

Snape alzó una ceja con desdén:

-Entonces, puede regresar a casa con su padre, señorita Swan, estoy seguro que debe extrañarla -lanzó con crueldad.

Helena cerró los ojos con asco, él lo sabía.

-Así es, lo sé todo sobre usted –asintió Snape como si hubiera leído la mente de ella, sirviéndose otro trago-. Sé que su padre es un maldito alcohólico que entregó a su madre al Señor Tenebroso, conozco la naturaleza que rige la vida de Anthony, señorita, conozco lo que le ha hecho, lo que ha intentado hacerle... puedo adivinar lo que querrá de usted cuando vuelva a Notting Hall.

Helena frunció los labios en una línea recta, intentando no dejarse amedrentar por él, pero era imposible... su profesor no era un mentiroso, todo era cierto... su padre iba a volverla pedazos.

-¿Cómo? –escupió, sintiendo su cuerpo temblar violentamente.

-Pensé que me preguntaría por qué -murmuró Snape, con una mueca.

-¡No va a decirlo! –aseguró, abrazándose a sí misma.

-Me alegra saber que no es tan estúpida, la veo mañana en la cena... Comenzaremos entonces –dijo, señalándole la puerta.

Corazón ViolentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora