Corazón Violento

Capítulo XXIII: Corazón Delator

Capítulo XXIII: Corazón delator.

Capítulo escrito por @pyresofvaranasi

Casi finalizando las vacaciones de invierno Severus reunió a todos los profesores para realizar un anuncio.

Con mucha pereza, Helena se encontró a sí misma en el salón de profesores por segunda vez en aquel mes.

Después de Hogsmeade Helena decidió ignorar su existencia, lo observaba de lejos, mirándola y añorandola como en el pasado, sentía su necesidad, muchas veces intentó acercamientos pero ella siempre le dejo con la palabra en la boca antes de desaparecer.

Severus no merecía respirar su mismo aire.

No después de la casa de los gritos.

–Los he reunido a todos hoy aquí porque quería presentarles a nuestro nuevo profesor de herbología, Michael Smith– Fue en ese preciso segundo, donde aquellas palabras destrozaron la poca paz que Helena había encontrado en el mundo mágico.

Y allí estaba la confirmación de su más grande pesadilla.

Y su peor pecado.

Casi tan alto como Severus, de cabello negro, piel tostada y ojos expresivos era el... el mejor amigo de su difunto esposo.

Y por su cara al verla Helena no dudo que sabía todos los detalles de su muerte.

De cómo ella lo había hecho.

Mierda, pensó atrapada en una mirada acusatoria... profunda y llena de odio.

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Severus estaba confundido, habían pasado años pero aquel sexto sentido seguía allí, venenoso en su sangre, barriendo todo y diciéndole cosas que estaban más allá de lo superficial.

Y aquel sexto sentido le decía que Helena y Michael se conocían de algún lado, y por sus rostros no había sido nada agradable.

¿De donde? Él claramente nunca había pisado Hogwarts antes, había sido recomendado por Ginevra, frunciendo el ceño y más aterrorizado que nunca fue directamente a los archivos del personal.

Después de volver todo un desastre encontró su pergamino.

Michael Smith.

Pura sangre, 41 años...

Especialista en pociones y hierbas mágicas, duelista entrenado.

Proveniente de New York, America.

Entonces todo el maldito rompecabezas hizo clic en su cabeza y sintió unas fuertes ganas de vomitar, aquel hombre conocía a Helena a través de aquel bastardo de su difunto marido, ¿Acaso sabría?, ¿Qué tanto podría saber él de ella?, ¿Por que Helena había estado pálida cómo un fantasma?

¿Acaso sabía de ellos dos y su padre?

Eran demasiadas preguntas para Severus, y ninguna respuesta.

Sin esperar momentos adecuados ni invitaciones salió corriendo dispuesto a recorrer todo el castillo hasta encontrarla.