11 𝘣𝘦𝘴𝘰𝘴 ━━━━━ 𝘒𝘢𝘻𝘶𝘵𝘰𝘳𝘢 𝘏𝘢𝘯𝘦𝘮𝘪𝘺𝘢

1- Lista

—¡Está listo! —anunció con alegría.

Una lista perfecta de todas las cosas que le parecían divertidas, y que también al chico le podrían parecer divertidas por supuesto.

Hasta ahora lo que podía decir de él, es que tenía actitud desinteresada la mayoría del tiempo, pero en momentos aquella manera de actuar desaparecía, dando lugar a un Kazutora más relajado que incluso llegaba a agradarle.

Muy en el fondo se estaba cuestionando a sí misma lo que hacía, después de todo no lo conocía, prácticamente, pero tampoco le parecía malo, más bien estaba cómoda junto con él. Tal vez también por eso hacía todo esto, para salir de su aburrida zona confort.

No conocía a casi nadie en la escuela, lo había intentado varias veces, pero pareciera como si no encajara allí, siempre se alejaba, o ella o los demás, quedando de nuevo sola, no es por que no le agradase hablar o socializar, simplemente no le agradaban las personas a su alrededor.

Hasta ahora había sido Kazutora quien mejor le había caído, ya que en realidad no lo entendía, y eso lo hacía interesante para ella. No sabía a qué se había referido el día anterior, tampoco que era eso que debía hacer, pero le divertía que quisiera hacer algo de una manera tan intensa, acompañarlo en ello no estaría mal, podría ganarse un amigo.

Tampoco entendía como encontraría al chico ideal para ella, rió
ante eso, posiblemente le presentaría a uno de sus amigos u algo por el estilo, no le preocupaba, solo lo rechazaría de la manera más amable y ya.

Encendió la pantalla de su móvil, encontrándose con la hora ya cerca de la media noche. Dejó el cuaderno en donde anotaba dentro su mochila, para después tirarse a su cama, ya tenía su pijama, así que no había de que preocuparse.

Sus ojos fueron cerrándose poco a poco, ganándole el sueño, pero aún así lograba distinguir los propios latidos de su corazón , por alguna razón le emocionaba todo esto.

***

Tomó asiento esperando a que las clases comenzaran, ya cuando estaba a punto de iniciar, Kazutora había llegado, dejando su mochila sobre la silla, saludando con un movimiento de mano y sentándose frente a ella, dándole la espalda justo como el día anterior.

Se inclinó un poco hacia el frente, para que así pudiera escucharla —Tengo la lista.

—¿Cuántas cosas son?

—No lo sé, no las conté, pero son varias.

—Las veremos en el receso, en la azotea.

—Hecho.

—¿Su conversación es más importante que mi clase? —preguntó la mujer de gruesos anteojos, quien se encontraba explicando la clase, y como ninguno de los dos se había dado cuenta de su presencia, habían estado hablando.

—Lo siento —se disculpó Dánae, mientras Kazutora solo tomaba asiento de manera más correcta, mirando hacia el frente.

Aquellas clases de geografíahabían pasado un poco lentas, bueno, muy lentas en realidad, ya que solo se dictaban fechas y ubicaciones geográficas, confundiendo a la chica en ocasiones. La campanilla del receso se escuchó, haciendo que todos los alumnos salieran, a excepción de ellos dos.

—¿Nos vamos? —preguntó Kazutora, poniéndose de pie.

—Claro, vamos.

Tomó la hoja que tenía las notas que había hecho la noche anterior, también una bolsa pequeña de galletas, junto su móvil y auriculares para después salir de allí, era la primero vez en mucho tiempo en el cual ella saldría al receso, no pudo evitar sentirse algo extraña.