Se habrá quedado dormido —susurró para sí misma. Faltaba ya solo cerca de un minuto para que la campanilla diera el toque que marcaba el inicio de clases, pero de Kazutora no había siquiera rastro.
Y al fin había resonado, su sonido tintineó en sus oídos, para después todos los alumnos que estaban afuera ocuparan sus asientos. Y entre ellos también caminaba el chico de mechones rubios, sonriendo por alguna razón, ganándose la mirada de varios allí presentes.
—¿Qué tal? —preguntó dejando su mochila a un lado y sentarse, dándole la espalda.
—Todo bien ¿y tú?
—Bien.
Una maestra entró al salón, comenzando a trazar sobre el pizarrón. La fémina quitó uno de sus cuadernos, comenzando a tomar nota, tiempo después levantó la mirada para fijarse en Kazutora, pese a que desde allí no veía muy bien lo que hacía, podía estar casi segura, que en realidad lo que anotaba en el cuaderno era una caricatura de la maestra.
El receso se hizo presente, haciendo que todos salieran afuera, como si el salón de clases los hubiera estado asfixiando. Tomó una pequeña bolsa de galletas junto a su teléfono y auricular, miró hacia Kazutora quien miraba algo perdido hacia la ventana.
—¿Te quedas aquí o vamos a la azotea?
Su voz lo quito de sus pensamientos, parpadeando un poco para volver en sí —Claro, vamos.
Caminaron fuera del salón, algunos murmuros al igual que la vez anterior se hicieron presentes, aún era un misterio para todos la razón por la cual el chico había estado en prisión, cosa que todos querían saber, más el no parecía prestarles atención, sólo los ignoraba con miradas distantes.
La ligera brisa se hizo presente, doblaron sus piernas, sentándose en el piso —¿Qué tienes ahí? —preguntó tomando la pequeña bolsa.
—Galletas, puedes comerlas —no había hecho falta decirlo, porque él ya se había llevado una a la boca.
Ella hizo lo mismo, poniendo sus auriculares en ambos de sus oídos, pero Kazutora había jalado uno, llevándoselo a su oído.
—Eso me dolió —se quejó, tocando un poco donde el había arrancado el auricular.
—Las galletas están ricas —ignoró lo que dijo.
—Las hizo mi madre, bueno también papá, anoche ambos las estaban cocinando juntos.
No conseguía imaginar una escena así, aún que debía ser bello ver a tus padres cocinar juntos y no pelear juntos, como a él le había tocado presenciar en varias ocasiones.
—¿Cocinan juntos?
—No todas las veces, pero si algunas, papá siempre hace algún desastre ganándose una regañada por parte de mamá, pero segundos después se disculpan.
—Uh, debe ser bueno.
—Lo es. ¿Tú con quien vives?
—Por ahora estoy solo, luego de salir de prisión me quedo en la habitación para un lugar abandonado que pienso usar.
—¿Usar para qué?
—Para la base de una pandilla, crearé una.
—¿Eso de que sirve? —se llevó una galleta a la boca.
—Tengo algunas cosas que solucionar con otra pandilla.
—No entiendo mucho, pero espero que nadie salga lastimado, hasta donde sé, son cosas peligrosas.
—Solo será para solucionar algo que quedó pendiente hace un par de años.
Decidió no preguntar más sobre el asunto, tal vez lo pondría incómodo —¿Y cuál será el nombre de la pandilla?
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11 𝘣𝘦𝘴𝘰𝘴 ━━━━━ 𝘒𝘢𝘻𝘶𝘵𝘰𝘳𝘢 𝘏𝘢𝘯𝘦𝘮𝘪𝘺𝘢
Fanfiction❝𝑈𝑛𝑜𝑠 𝑏𝑒𝑠𝑜𝑠 𝑠𝑎𝑙𝑒𝑛 𝑑𝑒𝑙 𝑎𝑙𝑚𝑎, 𝑜𝑡𝑟𝑜𝑠 𝑏𝑒𝑠𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜́𝑛. 𝑌 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑔𝑖𝑎 𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑦𝑜 𝑒𝑛 𝑡𝑢 𝑏𝑜𝑐𝑎 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑒́ 𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑜𝑠 ❠ Kazutora acababa de salir de prisión luego de dos años, al retoma...
