15- Último aliento

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Su cabeza estaba confundida, lo único que sabía con precisión era que tenía que volver a su casa, para eso tenía que caminar un par de calles para tomar el metro.

Antes de eso trató de respirar profundo tres veces, se secó las lágrimas frotando sus ojos y mejillas para después comenzar a caminar.

Y entre todo lo que ocurría en su vida en estos momentos, cada tragedia y peligro... Sonrió.

Sí. Sonrió.

Porque ahora tenía algo más claro, Kazutora no hablaba enserio cuando dijo que la utilizó, ahora lo había dejado claro, su equivocación, engaño y arrepentimiento, su cariño, amor y aprecio también.

Más no dejó atrás su objetivo, el de asesinar a Manjiro.

Antes de que se diera cuenta estaba ya en el bus camino a su casa, con el corazón una vez más saltando con prisa en su pecho, no sabía si estaba más o menos confundida que antes pero una pequeña parte estaba tranquila.

***

Kazutora iba en su motocicleta con bastante prisa, el viento enfriaba su piel mientras su mirada se perdía en el camino, estaba en un estado mental tan confundido y frustrado que era capaz de tomar decisiones que tal vez en un futuro se arrepentiría.

Ahora había terminado las cosas con Dánae y de una manera indirecta esperaba que ella hubiera entendido, confiaba en que lo haría, era alguien que comprendía casi todo.

Tenía que ir a una reunión con Vallhara, imaginaba que ya todos se encontraban en la guarida, pero no tenía intensiones de ir, al menos no en ese preciso momento, solo quería conducir y perderse en el camino, no era consiente de a donde iba exactamente pero tampoco quería ser consiente.

Todo estaba destruido, todo era culpa de Mikey.

Desde su perspectiva, así era.

Lo mataría y tal vez se entregaría a la policía, no se veía teniendo una vida buena con el recuerdo de Dánae, sin poder buscarla, no podría, esa era la mejor opción, tenía que matar a Manjiro por todos los males que había causado en su vida.

Y cuando menos se lo esperó estaba frente a la guarida de Vallhara, era al último lugar al que deseaba llegar, pero al parecer ya estaba allí.

Suspiró mientras bajaba de su motocicleta, estaba tan agotado.

Entró a la guarida y Hanma ya lo esperaba en la puerta, mirándolo con algo de enojo.

—Todos llevamos esperándote más de media hora, ¿dónde estabas?

—No jodas ahora.

No tenía ganas de darle explicaciones a nadie.

Entró en donde se reunía la pandilla ganándose la mirada de todos, vio a Keisuke entre ellos pero lo ignoró, no tenía ganas de hablar siquiera con él. Subió hasta un lugar algo alto, no tenía preparado ningún discurso, pero quería terminar lo más pronto posible.

—¡Mañana es nuestra pelea contra la Tokyo Manji! Nuestro objetivo además de vencerlos es matar a Manjiro, nadie más puede hacerlo además de mí. Ya hablamos de la estrategia para alejarlo de los demás en la reunión anterior, las estrategias serán como lo dijimos, somos muchos más que ellos, tenemos la victoria asegurada.

Hizo una pausa para agarrar aire y después gritó hacia ellos:

—¡Quién se atreva a escapar de la pelea considérese hombre muerto! ¡Yo mismo lo mataré!

11 𝘣𝘦𝘴𝘰𝘴 ━━━━━ 𝘒𝘢𝘻𝘶𝘵𝘰𝘳𝘢 𝘏𝘢𝘯𝘦𝘮𝘪𝘺𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora