13- Asimilar los Errores y Sentimientos

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¿Cómo es que confías en una persona?

¿Acaso no sabes que las personas mienten?

Podrían decir que te quieren, incluso jurar amarte y que todas las palabras de cariño sean falsas.

Alguien podría abrazarte de manera cálida, cuidarte con aprecio, besarte mientras en un susurro confiesa cuanto amor te profesa. Sostener tu mano con fuerza haciéndote sentir la cálida sensación de protección mientras su sonrisa se hace tan hermosa hacia ti. Y en ese momento desear que siempre puedas ver esa sonrisa, sentir de sus cuidados, disfrutar de sus abrazos y la calidez de sus besos.

Escuchar los hermosos susurros de palabras de afecto, cariño y amor, hechos poesías para tus oídos y regalos valiosos guardados en tu corazón y recuerdos.

Una sensación tan hermosa como embriagadora, la cual resulta ser una pésima combinación.

El mareo que puede llegar a causar tales cosas muchas veces quedar ciego, crea falsas ilusiones, espejismos, cosas que jamás serán de esa forma. Al menos no fuera de tu imaginación.

Pero de repente pareciera que todo se vuelve como un baile mal coordinado, un baile exquisito el cual uno de los bailarines olvida los pasos, y por consecuencia a eso los demás comienzan a fallar. Y cuando esa pieza comienza a fallar una pregunta surge:

Esto; ¿es real o falso?

Sus palabras pueden ser susurros sarcásticos, que al terminar de ser susurrados ríen porque les has creído.

Sus abrazos ocultan falsedad, sus cuidados odio, sus besos podrían estar compuestos de labios fríos y no cálidos, cada vez que sostenía tu mano tal vez era solo para asegurarse de tenerte allí, de que no te escapes de las filosas garras de su mano, la cual imaginas te sostiene con dulzura.

Y una sonrisa la recrea cualquiera, porque es una manera de engaño sutil, fácil y una técnica de antaño.

Y dime, ¿Qué haces al sentir una sensación tan devastadora?

Todo lo cual te hace feliz puede ser falso, ¿qué harías? ¿Cómo te sentirías?

Dánae sentía casi todo aquello en estos momentos, sentía su pecho pesar de dolor, duda y tristeza, las palabras de Kazutora estaban profundamente incrustadas en su corazón y siendo susurradas en sus oídos como si se tratase de una vieja grabadora que repite una y otra vez la misma grabación de voz.

Estaba en su casa, en su cuarto y en su cama, acostada boca arriba con la mirada en el techo, sin moverse siquiera un poco, solamente respiraba y su mente trabajaba con prisa pero al mismo tiempo sus pensamientos no la llevaban a ningún lugar, sus pensamientos eran erráticos con breves estados de conciencia que le permitían pensar en cosas aún más dolorosas.

¿Él hablaba enserio? ¿La utilizó todo el tiempo?

Todos los momentos que pasaron juntos serían falsos en ese caso, las veces que rieron juntos, las veces en las que por segundos creyó que él podría quererla de la misma manera en que ella lo quería.

Todo. Todo. Todo.

Falso. Falso. Falso.

No era algo que podía procesar, no ahora.

Había conocido varias cosas, ahora sabía que Kazutora asesinó a un hombre inocente, pero que no lo había hecho con intención. Y que por este crimen pagó tiempo en prisión.

Ahora quería asesinar a otro chico que era completamente inocente, en esta ocasión ya con intensión.

Si alguien antes le hubiera dicho «Existe un chico que me gusta, pero él tiene la intención de asesinar a alguien» no hubiera comprendido los sentimientos de esa persona. ¿Por qué querer a alguien que quiere hacer algo tan horrible?

11 𝘣𝘦𝘴𝘰𝘴 ━━━━━ 𝘒𝘢𝘻𝘶𝘵𝘰𝘳𝘢 𝘏𝘢𝘯𝘦𝘮𝘪𝘺𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora