11 𝘣𝘦𝘴𝘰𝘴 ━━━━━ 𝘒𝘢𝘻𝘶𝘵𝘰𝘳𝘢 𝘏𝘢𝘯𝘦𝘮𝘪𝘺𝘢

11- Cerca de la Verdad

Mientras iban bajando de nuevo del mirador la noche comenzaba a caer, pronto se haría completamente oscuro.

Mientras bajaban por las escaleras Kazutora iba más adelantado mientras Dánae tras él, mirándolo con cautela mientras una ligera sonrisa se formaba en su rostro.

¿Existía la posibilidad de que algún día ella le gustara a Kazutora?

Kazutora mientras tanto privaba a su corazón de aquel sentimiento, tratando de reprimir sus emociones, en sus planes no entraban ninguna situación romántica y por más de que en repetidas ocasiones haya pensado de esa manera en Dánae trataba de alejar sus pensamientos.

Además:

¿Ella podría quererlo después de saber que mató a alguien?

Ella, alguien tan dulce y de buenos sentimientos, una chica completamente maravillosa, en su corazón era tan mágica y por esa misma razón no se podía permitir pensar en aquello.

Además ya se sentía lo suficientemente culpable, se había involucrado más de la cuenta con ella, ahora no sabía que hacer para alejarla, su pelea final con Manjiro estaba cerca y no quería que ella se involucrara.

—Dánae —la llamó Kazutora parando de bajar por las escaleras, pero sin voltear a verla.

—¿Sí? —respondió con duda, también dejando de bajar tras él.

—Recuerda reemplazarme.

No respondió al instante a eso, primero lo procesó pero tampoco pudo comprender.

—No te entiendo.

—Algún día yo me alejaré de ti y quiero que cuando ese día llegue me reemplaces con alguien, así tal vez no sentirás mi falta.

Frunció el entrecejo con confusión y rabia —Sigo sin comprender nada, pero, ¿acaso crees que soy alguien que ve a los demás como algo reemplazable?

—Por supuesto que no —sonrió con tristeza aún sin mirar hacia ella —es sólo que... Yo... No lo sé, olvídalo.

Siguió bajando mientras Dánae no se movió, miraba la espalda del chico alejarse y suspiró, quería hacer algo pero simplemente no comprendía, y Kazutora se rehusaba a hablar de cualquier cosa que le estuviera sucediendo, eso era demasiado frustrante y preocupante para ella.

Siguió su camino hasta afuera y subió tras Kazutora en su motocicleta, quien arrancó en silencio para ir hacia la casa de Dánae. Mientras el viaje ella pensaba en las palabras adecuadas, debía decirle algo.

Paró frente a su casa, ella bajó para después ir hasta en frente del chico y sostener sus hombros con ambas manos, viendo la expresión confundida de Kazutora quien seguía sobre la motocicleta.

—¿Qué te sucede?

—No, la pregunta no es que me sucede a mi sino a ti —habló con firmeza —¿sabes? Soy tu amiga y quiero que confíes en mi, a veces dices cosas demasiado raras y confusas, no creo que lo hagas solo para preocuparme, debe existir una razón, algo que te hace sufrir tanto, tus ojos siguen tristes y quiero sacar de allí esa tristeza, porque yo...

¿Sería buen momento para decirlo?

No... Ahora se trataba de él no de ella, tal vez sería egoísta decirlo en un momento así.

—Sólo... Recuerda que estaré para ti.

Sabía que Dánae estaba siendo sincera, pero el no podía decirlo ahora, debía pensarlo un poco más.

—Sí... Yo solamente estoy cansado, creo que es eso.

Dánae soltó sus hombros, alejándose un paso —No te obligaré a hablar pero siempre estaré para el momento en que lo necesites.