dancing with magic [yumark]

4

— ¿Vamos al... autobús?

Mark había pasado por el japonés tal y como se lo había prometido.
A las 7 am, el canadiense ya se encontraba mandándole mensaje para que saliera. Lo que Yuta no sabía, era que Mark no tenía carro en ese momento y que su plan de "llevarlo", sería más a acompañarlo.

— Mark, no puedo llegar tarde.

— No vas a llegar tarde.

Yuta tenía una mueca en su rostro. Si de por si hacía tiempo en su carro, no se imaginaba cuánto sería en camión.

—Dijiste que tenías que estar a las 8, tenemos toda 1 hora.

— Creí que tenías carro.

— Si lo tengo, solo que está en el taller.

Mark le regaló una sonrisa, la cual el japonés no pudo responder ya que solo pensaba si llegaría a tiempo.

La realidad es que no era una clase a la que tenía que llegar, era a una entrevista de trabajo. Había quedado con Jaehyun y Taeyong de verse a las 7:30 am en la cafetería, para después irse juntos. Sin embargo, ahora le parecía poco probable llegar a esa hora. Y aunque, el trabajo era parte de la universidad, estaba en el edificio contrario, por lo que tenía que caminar todavía más. Ya no le quedaba de otra más que llegar directo al edificio de la entrevista, les explicaría más tarde a sus amigos.

Después de su breve conversación, Mark siguió caminando, con un Yuta siguiéndolo, hasta llegar a la parada. Para su suerte, el bus no tardó en llegar y una vez dentro, encontraron lugares para sentarse.

Mark podía sentir la preocupación de Yuta. No le importaba, no tendría porque preguntarle... o si?
Yuta lo había ayudado el día anterior, si había algo que le molestara al japonés, podría intentar ayudarlo y así devolverle el favor.

El canadiense volteó hacia el pelinegro.

— No vamos a llegar tarde. Confía en mi.

Yuta inmediatamente volteó hacia él, haciendo que Mark girara su vista al frente. Era muy temprano para cualquier cosa que el japonés intentara hacer.

— Confío en ti.

Mark sintió un alivio en su pecho. Pero, ¿por qué?
No es como que se alegrara, pero tampoco quería ser el causante de algún problema para el japonés. Su cabeza estaba en un dilema.

— Solo que es algo muy importante para mi.

El canadiense giró de nuevo su mirada hacia el pelinegro.

— Es una entrevista de trabajo.

— ¿De?

— Del consejo estudiantil.

Mark alzó una ceja. Nunca se hubiera imaginado a Yuta aplicando para algo así, no era de ese tipo de personas. Al menos eso creía.

— Es algo de la carrera de finanzas, pero cualquiera puede aplicar.

— ¿Finanzas? ¿No estabas estudiando fotografía?

— ¿Lo recuerdas?

El canadiense bajó su mirada. No sabía porque lo había dicho, ahora el japonés tendría algo más para molestarlo.
Por el otro lado, Yuta sonreía por ver así de avergonzado a Mark, pero para que no se sintiera incómodo aquel chico, decidió ignorar lo antes sucedido y continuar su conversación.

— No importa. Si lo estoy, pero probablemente cambie de carrera el próximo semestre.

— ¿Por?

La cara del japonés se tensó. Mark no quería parecer entrometido, pero desde que lo conocía, siempre lo había visto muy interesado en la fotografía. No entendía que había sido lo que lo había hecho cambiar de opinión.

— Mi papá. Él no quiere que estudie eso y me dijo, a su manera, que debía cambiarme.

El canadiense hizo una mueca. Su familia siempre lo había apoyado en sus decisiones, no entendía cómo otras obligaban a sus hijos a hacer algo que no querían.
Se sentía mal por Yuta, se sentía mal por no poder comprenderlo o ayudarlo.

— ¿Y lo harás?

— Mark, la fotografía no me va a llevar a ningún lado. Si consigo este trabajo, puedo escalar y conseguir uno estable para después de la graduación. Es mi tercer año, tengo que empezar a pensar en el futuro.

— Si sigues con el pensamiento de que nunca llegarás a hacer algo con la fotografía, no lo harás. Tienes que soñar en grande, ponerte metas, así llegarás a lo alto.

— ¿Qué es alto para ti?

Yuta miró al canadiense, enfocando aún más su mirada en él. El pelinegro se sintió un poco avergonzado, así que se quedó en silencio unos segundos.

— National Geographic.

El japonés soltó una risita. Una risa que por alguna razón hizo feliz a Mark.

— ¿De que te ríes?

— Eres muy tierno, Lee.

Tercera vez que el canadiense se sentía avergonzado. Probablemente era porque era de mañana y no estaba pensando. Si, eso debía ser.

— Yuta, estoy hablando en serio.

¿Yuta?, pensó el japonés. Tenía mucho tiempo que no escuchaba al pelinegro decir su nombre. Se sentía bien, no sabía la razón del por que, pero él diciendo su nombre era diferente y sentía demasiado bien.

— Y yo también. Aunque quisiera seguir en esa carrera, mi papá es capaz de echarme de la casa si no hago lo que dice.

— Entonces ve juntando dinero y cómprate algo chico, solo para ti.

— Pero quiero un gato también.

— Algo chico para ti y un gato.

Yuta sonrió.

Era la primera vez que el japonés le contaba algo así al pelinegro. Nunca se hubiera imaginado que él sería el primero en escuchar sus problemas, ya que ni siquiera Jaehyun o Taeyong los sabían. Era
demasiado extraño que eso estuviera pasando. Todo parecía un sueño, algo sacado de un universo paralelo.

— Lo haré, Mark.

El canadiense volteó a verlo.

— Lo de ahorrar, lo haré. Pero aún así, voy a aplicar. Así conseguiré dinero más rápido.

Mark asintió con la cabeza y sonrió.

— Pero tienes que prometerme algo.

— ¿Que cosa?

— Si logro obtenerlo, tienes que darme algo a cambio.

— ¿Por qué debería?

Yuta encogió los hombros. El canadiense encontró lo antes hecho por parte del japonés bastante tierno, por lo que no pudo evitar sonreír

— Te llevaré a donde quieras.

El japonés extendió su mano, doblando sus dedos para dejar solo a su dedo meñique extendido.

— ¿Promesa?

Mark asintió y extendió su mano.

Ambos cerraron su promesa con un pinky promise de por medio, mientras la ciudad iba pasando por las ventanas.

;;;

Volví, un poco tarde, pero lo hice. Se que este cap no estuvo tan interesante, pero me gustaría que vieran como ambos van conociéndose poco a poco. Ya en los próximos se vendrá lo mejor:)
Espero les esté gustando la historia. <3
Gracias por leer.^^