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— ¿Desde cuando tú y Yuta son tan cercanos?

El rubio, quien se encontraba demasiado callado mientras comía, giró rápidamente su cabeza hacia aquel castaño que preguntó.

Desde aquella noche, la relación entre Yuta y Mark había cambiado para mejor. No solo ya no peleaban, si no que ahora se saludaban e incluso platicaban cuando se encontraban en la universidad. Y aunque, la mayor parte de esto se debía al miedo del pelinegro por perder al japonés, el ultimo mencionado también tenía sus razones. No obstante, aún con ese gran paso en su relación, ninguno de los dos realmente encontraba sentido a ese cambio tan repentino. Lo único que sabían era que ambos solo querían estar el uno con el otro.

El canadiense se detuvo por momento aún mirando su teléfono.

— ¿Cercanos?

— Cada vez que lo vemos lo saludas, o peor aún, se quedan hablando.

Jungwoo miró a ambos de sus amigos esperando la respuesta de Mark.

Tanto el rubio cómo Haechan, sabían que algo había pasado entre esos dos desde aquel día. No obstante, ninguno de los dos se atrevía a preguntar por miedo al pelinegro y su obvia respuesta. Aunque ahora parecía que al castaño no le podría importar menos.

— Solo decidimos no molestarnos más.

— Y la razón de eso es por qué...

Mark dejó su teléfono y volteó con el castaño.

— No hay razón.

Haechan rodó los ojos suspirando.

— Tiene que haber, antes huías apenas lo veías, o incluso buscabas algún pretexto estúpido para pelear.

— Haechan tiene razón. Recuerdas la vez que iban caminando hacia la misma dirección y lo tomaron como competencia para ver quien llegaba primero.

El canadiense guardó su teléfono en el bolsillo exterior de su mochila, se paró y miró a sus amigos.

— Parece que no tienen nada más interesante que hacer en sus vidas que meterse en la mía.

El rubio y el castaño se miraron sorprendidos sin saber cómo responder.

Mark agarró sus cosas y comenzó a caminar hacia la salida de la universidad. Ambos de sus amigos sólo observaron la situación.
No sabían cómo, pero tarde o temprano descubrían la verdad.

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A Mark no le molestaba el hecho de que sus amigos sentían curiosidad, se molestaba consigo mismo por no poderles contar la verdad. Desde que los conocía, siempre les contaba cualquier cosa que le pasaba, aún cuando eran vergonzosas. Sin embargo, esta vez era diferente. Una persona más estaba involucrada, y si ya era un problema más para él, no quería entrometer a sus amigos en algo en lo que no tenían la culpa. Una vez que le dijera la verdad a Yuta, solo él tendría que pagar por las consecuencias.
Tratado de deshacer aquellos pensamientos, el canadiense sacó la pequeña caja de sus audífonos de su mochila, para luego colocarse ambos en los oídos y una vez que encontró la canción "Eventually", la reprodujo a todo volumen.
Continuó caminando, hasta que su camino se vió atravesado por un chico.

— Podrías fijarte por donde...

El canadiense se detuvo cuando vió la cara de aquella persona. Era nada más y nada menos que el japonés.
Paró la música.

— ¿Por donde voy?

— Perdón...

Mark sonrió.

— ¿Pasa algo o por qué de tan mal humor?

dancing with magic [yumark]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora