Reina

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¡Hola! ¡Gracias por todo su apoyo y buenas vibras, ya estoy recuperada! No me quedan prácticamente secuelas del virus, por eso estoy muy feliz. Pero antes de empezar el capítulo quería aclarar algunos puntos:

En el capítulo anterior, cuando Take trató con frialdad a Akkun y enfrentó a Mikey para defender a su amigo SÍ era él, no su omega. Ambos ya se están fusionando de forma natural. Luego, en el McDonalds cuando le respondió a la doña sí era el omega, no era Takemichi. Una forma rápida de saber que es el omega interior es que se menciona que los ojos de take se oscurecen.

Ahora, tal vez muchas/os de ustedes estaban en un grupo de facebook Maitake y se dieron cuenta que desapareció ¿verdad? No les banearon ni nada, el grupo lo eliminó facebook pero se creó otro nuevo. Allí estoy yo y aviso siempre que actualizo, además de dar adelantos de los capítulos! Además, otros autores avisan ahí cuándo actualizan, hay fanarts y traducciones de la shipp. Incluso memes y vídeos graciosos, así que si quieren pueden unirse! Les dejo el link: https://www.facebook.com/groups/330121658996457/?ref=share

Ahora, sin más que decir ¡a leer!

...

Todas las personas que estaban comiendo en aquel McDonald's miraron hacia la mesa donde se hallaban Takemichi, Mikey y Sanzu. Naoko por su lado tragó grueso mientras observaba el semblante confiado del omega, ella temía que lo que él dijera arruinara su reputación. La señora sabía que era una mala persona, pero se había esforzado por fingir ser una persona decente frente a los que le convenía y sólo mostraba sus verdaderos colores para desquitar sus frustraciones con gente vulnerable, tímida y que se dejan pisotear como Takemichi. Sin embargo, parecía que el omega callado, feo y llorón que conoció no era el mismo que en esos momentos estaba sentado frente a ella.

—¿En serio creíste que me iba a sentir avergonzado porque digas que mi alfa me compró ropa nueva? Ya quisieras tú tener una pareja tan atenta y pudiente como la mía. —dijo Takemichi mientras cruzaba sus piernas y también sus brazos, toda su actitud denotaba arrogancia y su mentón alzado transmitía lo seguro que se sentía. El omega no la trató más de "usted", le habló sin honoríficos para señalar que no le tenía ni una pizca de respeto. Sanzu no pudo evitar jadear emocionado cuando escuchó a Takemichi referirse a su rey como su "pareja" e incluso el mismo Mikey se descolocó bastante.

—¿Él es... tu alfa? —preguntó la señora sorprendida mientras veía a Mikey, el único alfa presente en esa mesa. El rubio era bajito pero tenía un aura intimidante, además por las ropas de marca que vestía se podía notar que tenía bastante dinero. Naoko no pudo hacer más que rechinar sus dientes, celosa de que alguien como Takemichi haya podido conseguir un alfa joven y rico. Eso era más fácil decirlo que hacerlo.

—Sí, es mi alfa. —asintió el pelinegro, con clara posesividad en su tono de voz. —Lo siento, sé lo mucho que deseas tener un alfa pero... tu fealdad jamás te permitirá conseguir uno. —espetó mirando de abajo hacia arriba a la señora, incluso frunció un poco el ceño como si la simple acción de mirarla le diese asco.

—¡Tú, mocoso impertinente! ¡¿cómo te atreves?! ¡Deberías respetar a tus mayores! —exclamó entre indignada y avergonzada; pues el omega al que siempre había humillado se atrevió a llamarla fea en público. Además, fue un golpe aún más bajo que le recordara que jamás podría tener a un alfa como pareja.

—No sólo hablo de fealdad física, también me refiero a tu fealdad como persona. —empezó a decir en voz más alta y entonces todos los presentes pusieron atención, incluso los empleados del McDonald's que preparaban la comida no pudieron evitar husmear aunque de forma más disimulada. —Qué desvergonzada, ¿me dijiste que debo respetar a mis mayores? Sinceramente creo que el respeto es algo que se debe ganar, no es algo que tenga que venir intrínseco con la edad y tú sencillamente no te lo has ganado, de hecho todo lo contrario. —entonces el omega se levantó de su asiento y dio dos pasos hacia una nerviosa Naoko. —Además, qué curioso que justamente tú me vengas a hablar a mí sobre el respeto, cuando cada mes se lo faltas a la señora Takami del departamento 17. Siempre que vas a cobrarle la renta, puedo oír cómo la maltratas y te burlas de la enfermedad de una señora de 70 años. Dime, ¿ahí no importa el respeto por los mayores?

Forced to be his omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora