Donde Hanagaki Takemichi es un omega defectuoso que ama a otra omega llamada Tachibana Hinata. Y por salvarle la vida a ella, termina en las garras de la peor organización criminal de Japón: la Tokyo Manji, cuyo líder es Mikey.
O donde Sano Manjiro...
¡Hola! mil gracias por su paciencia!! Perdón, lo traje tarde pero aquí está!!
Pero antes este lindo fanart de Sanzu cayendo desmayado en el último capítulo jajaja muchas gracias Azul! Amo tus dibujitos :')
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Oh cierto, este capítulo va dedicada a Issa, espero que tu mamá esté mucho mejor y espero que todo salga bien!!
Ahora sí, sin más que decir ¡a leer!
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Manjiro no paraba de fruncir el ceño mientras veía la escena que se desarrollaba frente a sus ojos. Eran quizás las 4:30 pm, los gángsters de la Toman que habían ido a Rusia estaban allí reunidos junto con la familia de Kaiser y Dimitri, en el gran patio estilo europeo que poseía la mansión/castillo de los Volkov. Todos se encontraban comiendo deliciosos bocadillos y tomando refrescantes batidos frutales sobre una gran mesa de hierro blanco con mármol, no había nada de alcohol pues habían dos niños presentes en esos momentos. Todo el panorama era simplemente increíble, más aún teniendo en cuenta que hacía sólo un par de semanas ambas mafias eran enemigas juradas. Pero Takemichi había llegado para cambiarlo todo y ahora tanto la Tokyo Manji como la Bratva se convertirían en socios comerciales.
Dimitri tenía a Alexei sonriendo y balbuceando dentro de un elegante cochecito de bebé dorado, Mikey incluso notó que el jodido cochecito tenía incrustado joyas preciosas como zafiros e incluso diamantes a modo de decoración, probablemente sea un artículo centenario que había pasado de generación en generación en la antigua familia Vasiliev. El omega alimentaba a su segundo hijo con una papilla de frutas, la cual Alexei comía sin objeciones y de vez en cuando le dedicaba sonrisas de encías a su madre. Mikey no pudo evitar desear que el cachorro que tuviera con Takemichi fuese la mitad de tranquilo que Alexei, pero con la suerte que tenía seguro le saldría un pequeño diablillo como lo fue él mismo de bebé, según las palabras de su hermano Shinichiro.
El tranquilo Alexei Volkov no era el problema, el problema era Ekaterina Volkova alias "Rina". Al pensar en esa chiquilla insolente, Mikey no pudo evitar fruncir el ceño y miró fijamente a dos personas que estaban a unos metros de distancia de él. En el verde pasto estaban Takemichi y Rina, sentados sobre una extensa manta rosada, riendo mientras jugaban con las muñecas importadas de la niña; el alfa se llenó la boca con bocadillos que estaban sobre la mesa y los masticó bruscamente para desahogar su frustración. El resto no le dio importancia a sus berrinches y siguieron comiendo y charlando tranquilamente, disfrutando del sol de aquella bella tarde de verano.
La noche anterior había sido maravillosa para Mikey, pues tuvo intimidad con su omega (aunque sin penetración) pero ni bien despertaron esa mañana, Rina no tardó en tocar insistentemente a la puerta para pedirle a Takemichi que pasara todo el día con ella. El omega por supuesto que aceptó y dejó de lado a un ofendido Mikey, con el pretexto de que era su sobrina y que además, habían forjado un vínculo de manada ni bien se vieron por primera vez. Fue así como el pelinegro decidió pasar el día entero con Rina y Mikey invirtió su tiempo hablando de negocios con Kaiser, para esclarecer mejor cómo sería la relación entre la Toman y la Bratva a partir de ese momento. De enemigos jurados pasarían a convertirse en socios comerciales, convirtiendo así sus pérdidas en futuras ganancias.