Donde Hanagaki Takemichi es un omega defectuoso que ama a otra omega llamada Tachibana Hinata. Y por salvarle la vida a ella, termina en las garras de la peor organización criminal de Japón: la Tokyo Manji, cuyo líder es Mikey.
O donde Sano Manjiro...
¡Hola! Mil gracias por la espera (ando en mes de exámenes) este capítulo lo llevaban mucho tiempo esperando y yo disfruté mucho escribiéndolo! Así que espero que lo disfruten! Antes de empezar, les dejo fotos del outfit bien divo que Takemichi usará en este capítulo! AMO! Gracias por sus comentarios, por cierto! Los aprecio mucho!
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Y sus zapatos:
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Ahora sí, ¡a leer!
...
—¿En serio Takemichi está secuestrado en un lugar como este? —preguntó Makoto sorprendido. Sus ojos oscuros no dejaban de moverse de un lado a otro, jamás en toda su vida había visto tanto lujo junto. Y es que aunque él mismo era de clase media, Atsushi al ser hijo de un médico de renombre como Azami Sendō, vivía en una casa tan grande que parecía una mansión. No obstante, este rascacielos era aún más ostentoso que la casa de Atsushi.
Lo que pasó, es que un reluciente Mercedes negro pasó a recogerlos uno por uno y luego los llevó a la entrada de un lujoso rascacielos de Tokio. En esos momentos, los cinco viejos amigos de Takemichi se encontraban parados frente al exclusivo ascensor que los llevaría directamente al penthouse, donde vivía la familia Sano. Frente al ascensor, estaba parado Mochi con un celular en la mano, hablando con alguien y varios hombres que parecían gorilas también estaban parados a los costados de Mochi, al parecer ellos eran los encargados de supervisar quién entraba y salía del ascensor.
—Si realmente estuvo secuestrado todo este tiempo en un lugar como este... ¿Yo también puedo ser secuestrado? —dijo Yamagishi, arreglándose las gafas y observando todo a su alrededor con fascinación. A él siempre le había gustado mucho la cultura Yakuza.
—Cállate, idiota. —lo regañó Takuya por lo bajo, dándole un codazo a su amigo con gafas. —Vas a hacer que nos maten.
—Sí, cierra la boca. —lo regañó también Makoto entre susurros, dándole otro codazo. El pelinegro se asustó al sentir cómo uno de los gángsters los fulminó con su mirada.
—Está bien, está bien... lo siento. —asintió, frotándose los sitios donde Makoto y Takuya lo habían golpeado.
Por su parte, Atsuhi y Hinata permanecieron en silencio durante todo el trayecto. Ninguno de los dos reaccionó a las bromas tontas de Yamagishi, ni a las constantes preguntas de Makoto y Takuya. Lo único que les dijeron a los tres, es que Takemichi había sido secuestrado por la mafia japonesa llamada Tokyo Manji y ahora que ya formaba parte de ella, pidió hablar con todos ellos.