Donde Hanagaki Takemichi es un omega defectuoso que ama a otra omega llamada Tachibana Hinata. Y por salvarle la vida a ella, termina en las garras de la peor organización criminal de Japón: la Tokyo Manji, cuyo líder es Mikey.
O donde Sano Manjiro...
¡Hola! Gracias por su paciencia, aquí está el nuevo capítulo. Es muy largo! Espero les guste :) Para quienes los recuerdan, prometí que habría dos capítulos en compensación esta semana y así será. Hoy subiré uno y mañana lunes otro! Ya estoy preparando el siguiente capítulo! Así que esperenlo!
Muchísimas gracias por el apoyo, trato de responder a sus comentarios!
El nombre de la madre de Baji es Ryoko Baji. Y es Baji versión mujer, literal :')
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Quienes fueron a la casa de la madre de Baji fueron Mikey, Takemichi, Sanzu, Chifuyu, obviamente Baji, Mitsuya y Hakkai. Kakucho pese a todo, decidió que se separaría del grupo para ir a prepararse para su viaje a Filipinas y tanto Inupi como Koko alegaron que tenían que resolver problemas de finanzas en las empresas que manejaban, así que no pudieron acompañarlos.
Desde el momento que Baji llegó a la casa de su madre en auto y vio llamas saliendo de la vivienda de dos pisos, su corazón se paralizó y ni siquiera esperó a que el auto se estacionara del todo, simplemente abrió la puerta desesperado y corrió hacia la ardiente casa. Baji podría ser sarcástico y desinteresado la mayor parte del tiempo, pero se volvía un blando cuando le tocaban aquello que realmente le importaba.
Los demás miembros de la Toman lo imitaron y el más desesperado de todos sin dudas fue Chifuyu, quien persiguió a Baji para que éste no ingrese al edificio así, sin ningún tipo de protección. La enorme casa aún no se había incendiado por completo, pero gran parte de su estructura ya se encontraba tomada por las llamas. Si Baji entraba así, probablemente moriría a causa de las llamas que lo quemarían, a causa del humo que lo asfixiaría o simplemente sería aplastado por alguna estructura que le caiga encima. Era demasiado peligroso, completamente irracional.
Pero a Baji no podría importarle menos ser irracional; en su desesperación, estaba dispuesto a hacer lo que sea por "salvar" a su madre. Chifuyu lo sabía, así que por eso lo abrazó desde atrás y clavó sus talones al suelo, a la vez que intentaba hacer razonar a su alterado alfa. Mientras el omega le hablaba, no pudo evitar derramar lágrimas. Pues a diferencia de Baji, quien insistía en "ir a salvar a su madre", Chifuyu presentía que la señora ya estaba muerta.
—¡Keisuke Baji, escúchame! —le gritó, apretando más el abrazo. —¡Morirás si entras ahí, la casa se está cayendo!
—¡No me importa, es mi mamá! —dijo dando dos pasos largos, aún con su omega sujetándolo de atrás. —¡Suéltame, Chifuyu! —exclamó, tratando de quitarse al rubio de encima, quien lloraba y negaba con la cabeza.
—¡Baji, detente! —exclamó Mikey, haciendo a un lado a Chifuyu para sujetar él mismo a su amigo. Obviamente, el alfa tenía más fuerza que el omega así que a Baji le fue imposible avanzar más.
—Suéltame o te golpearé, Manjiro. —advirtió el pelinegro al otro. Baji siempre llamaba "Mikey" a su amigo, sólo lo llamaba por su nombre verdadero cuando hablaba en serio.
