Capítulo XII
|EL NOMBRE ELEGIDO ES MUY IMPORTANTE|
- ¡No le pienso poner Lily a alguno de mis bebés si es niña! - grite a punto de llorar.
- No tiene nada de malo que le ponga así a nuestra hija, además también son mío, porque no puedo decidir cómo se llamaran - me exigió.
No pude responder nada a su exigencia, me sentía como un león enjaulado, mi desesperación iba en aumento como si de pronto volviera el tiempo hacia atrás donde solo era yo entre las paredes de la casa de la hilandera, como si todo lo que habíamos pasado fuera una mentira, como si el amor que me profesaba hubiera sido solo para mantener a sus hijos junto a él, todo esto me carcomía mientras caminaba de un lado a otro en la habitación.
- Tranquila, mujer necesito que te tranquilices - pedía Severus mientras me sostenía de los brazos - Tranquilízate, demonios mujer - pedía, pero para este punto solo podía llorar de la desesperación que me estaba consumiendo.
- Suéltame - le pedía entre sollozos.
- ¡Demonios, mujer! No le pondremos Lily, pero tranquilízate - volvía a pedir.
¡Demonios, claro que no le pondríamos Lily!, no le pondría el nombre del amor imposible de su padre a mi hija, ¡Jamás lo haría!, ni siquiera lo permitiría y me podrían llamar locas si es lo que quieren, pero no permitiría que él me humillara de esa forma. Mientras el trataba de calmarme mi mente salió de mi permitiéndose viajar entre mis inseguridades que había encerrado en un baúl muy dentro mío cuando Severus y yo iniciamos de nuevo, pero pareciera que la misma pandora le había abierto y ahora habían salido a flote.
- Eres un mentiroso, eres un mentiroso, eres un mentiroso - repetía mientras lloraba de nuevo, él era un mentiroso y no volvería a permitir que sus mentiras me consumieran de nuevo, ya hace mucho me había prometido que él no me usaría a su antojo y no me había podido mantener firme, pero ahora no estaba sola tenia a mis hijos y por ellos me convertiría en una mujer fuerte.
- Tranquila, ______, mírame - pedía, pero yo no cedía - Mírame, ¡Demonios mírame! - exigía aun reteniéndome en sus brazos, aun cuando luchaba por que me soltara, no quería que me tocara, no quería que me viera, no lo quería aquí conmigo.
- Suéltame por favor.
- No lo hare hasta que me veas y arreglemos esto - decía al borde de la desesperación - No sé qué es lo que te está pasando, pero necesito que lo arreglemos.
- No quiero arreglar nada, solo quiero que me dejes sola - pedí nuevamente - Suéltame.
- No lo hare, te jure que te protegería, que los protegería y eso hare.
- No nos puedes proteger cuando tú eres el que nos hace daño - dije, dejándolo estático viéndome con el ceño fruncido, ante su estado de confusión pude soltarme de sus brazos y sentarme un sillón, porque comencé a marearme.
- ¿Yo les hago daño? - pregunto él enojado - ¡Yo les hago daño!, ¡Demonios me desvivo para que estés cómoda!, ¡Cumplo tus caprichos de madrugada!, ¡Al demonio tú y tus berrinches, me comporto como no soy, trato de ser tolerante, aun cuando la bilis me revienta por querer decirte lo que pienso, me trago todo lo que quiero decir! - grito.
- Basta, basta Severus - pedía ante su reacción colérica.
- ¡Basta Severus, Basta Severus!, siempre es lo mismo, Tú - me apunto - Siempre puedes decir lo que piensas y quieres, pero yo no ¡Debo ser el que se calle todo!, pero no basta tú, basta de que siempre se haga lo que tú quieras - mientras me gritaba esto solo podía encogerme más en el sillón, llorando de la impotencia, de la rabia.
ESTÁS LEYENDO
MI MUJER - SEVERUS SNAPE
FanfictionSeverus Snape tiene una vida secreta, una vida que para muchos es demasiado alejada de la realidad pues nadie puede creer que él, el murciélago de las mazmorras pueda estar casado y no con cualquier bruja sino con la mismísima ______ Selwyn, la mejo...
