SCOTLAN

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Capítulo XX


|ESCOCIA|



La semana paso de lo más tranquila, bueno lo más que pudo porque una casa con tres bebés no era nada fácil, como mi madre me dijo en la última cata un dicho muggles que siempre había disfrutado decirnos a mis hermanos y a mí, "Ya conocerás a Dios en tierra santa"; Y por supuesto que lo hice, pues al parecer mis hijos no estaban descompuestos como siempre gozaba de decir, sino que sabían comportarse cuando se encontraban fuera de casa.

Pues desde que hemos estado aquí no paran los gritos y llantos y no solo de los niños pues en ocasiones me eh unido a ellos, por la desesperación de no saber qué les pasa, terminamos los cuatro llorando en cualquier rincón de la casa donde nos encontremos, hasta que ellos se cansan de llorar o somos encontrados por Severus quien tiene un excelente don para calmar a los niños, por consiguiente, termino calmándome yo.

Nadie dijo que lo más difícil de ser madre es una vez que los tienes, pues aun con todos los dolores y cambios de humo pareciera una bendición mantenerlos aun en mi vientre.

- ¿Qué haces? - pregunto mi esposo ingresando a nuestra habitación con Junior en brazos.

- Un itinerario - conteste, levantándome y yendo a cargar a mi bebé.

- ¿Itinerario de qué? - volvió a preguntar, pero sin dejarme tomar al pequeño - No te atrevas a quitármelo de los brazos, no entiendo esa manía tuya de verme con alguno de los niños y rápido corres a quitármelo, no lo voy a dejar caer.

- No es eso - comencé a explicar.

- Me hace enojar, eh incluso sentirme un inútil y no lo soy.

- No se trata de eso, llámalo instinto maternal, no sé cómo explicarlo solo lo veo y en segundos estoy de pie para tomarlo en brazos - dije acariciando el brazo derecho de mi esposo - No te enojes, prometo que intentare reprimir mi instinto.

- No me hagas caso - dijo él - Entiendo lo que sientes, no debí quejarme entiendo completamente como madre siempre buscas la seguridad de tus hijos y sabes en tu inconsciente que el único lugar seguro es contigo.

- Gracias por entender, cariño - dije para besarle una mejilla eh iba a sentarme de nuevo en el tocador, para seguir con mi itinerario.

- Me dirás, que es lo que haces - dijo sentándose en la cama jugando con Junior.

- Estoy planeando un horario para los niños - comente - Ya tiene la edad suficiente para comenzar a implementarles una rutina, tanto de sueño como de comida - avise.

- ¿No son muy pequeños? - preguntó él.

- Lo dice quien los estimula con música clásica - me burle.

- Es en pro de su educación - se justificó - Bueno, no importa creo que ya es momento de que ellos conozcan la disciplina que me caracteriza.

- Bueno, tampoco es como que los vayamos a poner a leer o algo así, solo quiero que tengan una rutina, más por mi comodidad que por otra cosa, porque muy pronto comenzare a dar clases y ellos no podrán tener toda mi atención.

- Sea como sea, déjame ver ese itinerario - extendió su mano libre para tomar la hija donde tenía los horarios que había elegido - Necesitamos hacer cambios.

- ¿En qué? - pregunte extrañada, pues lo horarios no interfieren en sus actividades.

- ¿Dónde está mi hora de comida? - cuestiono.

MI MUJER - SEVERUS SNAPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora