Capítulo XX
|NO TODAS LAS SUEGRAS SON UNAS BRUJAS|
- Bueno ya me contarás con más calma el cómo fue que terminaste casado con esta hermosa pequeña, ahora muéstrenme a mis nietos - dijo la hermosa señora sonriéndome y acercándose a tres que ahora tenía lo tenía su padre - Pero vamos cariño no te quedes allí parada, ven vallamos a la sala de estar, debes estar cansada del viaje - comentó mí entras me extendía su mano para tomarla.
- Si estoy un poco cansada - respondí con cautela pues no quería que previera que venir a verla sería cansado.
- Me lo imagino, más aún con tres niños pequeños que aún necesitan ser alimentados por su madre, si a yo siempre me maniataba con mi Severus, no me lo puedo imaginar con tres.
- No era tan ruidoso - se defendió mi esposo- Además yo le ayudo bastante a mi esposa - refutó el sacando el pecho al decirle que es un buen padre y esposo a su madre, lo que me pareció bastante lindo, como si le estuviera demostrando que ella hizo un buen trabajo al criarlo.
- No esperaba menos - dijo ella sonriéndole y acariciando su brazo.
Ellos siguieron platicando de los pequeños mientras yo iba observando todo a mi alrededor, pues donde habíamos llegado era un estudio al parecer. El pasillo por el que estábamos cruzando era todo lo opuesto a lo que me esperaba de una mención de unos puristas, me deleitaba observando los retratos familiares que iban desde la familia completa hasta los miembros de forma individual.
Seguimos caminando hasta que llegamos a una sala de estar lo bastante iluminada por el sol para poder observar todo, sin duda alguna esta era una mansión demasiado hermosa, bueno eso hasta donde había visto, pues las paredes eran de un color crema que iban de acuerdo con las molduras talladas a mano de sin duda la época barroca.
- Espero que este lugar sea de tu agrado - me llámalo mi suegra sacándome de mis pensamientos.
- Oh, claro que si - dije sonriendo - Su casa es muy hermosa, sin duda alguna usted posee un gran gusto por la decoración, si me lo permite decir - dije frenando mi lengua, pues en ocasiones termino hablando de más incomodando a la gente y no quería que eso pasará con mi suegra.
- Muchas gracias querida, pero ven siéntate - dijo ofreciéndome asiento en la sala, donde mi esposo ya estaba descansando - Y tu Severus no te quedes allí sentado, pídele a los elfos que prepare el té.
Mi esposo no hizo esperar a su madre, pues se puso rápidamente de pie y cumplió con la orden que le habían dado junto a está, también había pedido una habitación acondicionada para nuestros hijos, mientras que yo mantenía una muy amena conversación con mi suegra, pues ambas nos mofábamos a costillas de mi esposo.
- Pero como te digo, ____ yo pensé que jamás se casaría, si hasta me había hecho a la idea de que nunca tendría nietos y mírame ahora tengo tres, hermosos y regordetes nietos - festejo la mujer con los tres pequeños en sus piernas.
- No la culpo, Severus posee un carácter demasiado difícil - dije sonriéndole.
- Dejen de confabular contra mí - se quejó mi esposo entrando de nuevo a la sala de estar tomando a Junior en sus brazos, sacándolo de las piernas de su madre - Vamos tiene que descansar, pues el viaje fue pesado para los pequeños.
- Si lo eh notado - dijo mi suegra - Los pequeños están un poco irritados, sino que hasta incomodos.
- Sí, es el cambio de clima, aquí es un mucho más cálido que Londres.
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MI MUJER - SEVERUS SNAPE
FanficSeverus Snape tiene una vida secreta, una vida que para muchos es demasiado alejada de la realidad pues nadie puede creer que él, el murciélago de las mazmorras pueda estar casado y no con cualquier bruja sino con la mismísima ______ Selwyn, la mejo...