Capítulo 21

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  La idea de cenar juntos le fascinó al niño, tanto como a la que propuso esta.

Y siendo totalmente honesta, la azabache llegó a pensar que, de tanta emoción que mostraba por la cena, el pequeño quería hasta ser un Uchiha... Y mejor para ella, obviamente.

Pero bueno, después de la emoción de ellos dos venía la duda de Hinata y la pequeña irritación de Sasuke. No lo mal piensen, tanto al Uchiha como a la Hyuga les gustaba estar en compañía de los otros, pero la ojiluna era consiente de esa conexión rara con el azabache y realmente no quería pensar en eso por ahora, pero tenerlo al lado, no servía mucho; mientras que al ojinoche solo le irritaba porque quería dormir, ya hasta había planeado saltearse la cena e irse directamente a su cama.

Pero bueno, una vez estuviendo frente a los edificios vecinos, la azabache habló.

_¿Quieren cenar en nuestra casa?

Si, ni era su casa, pero vamos, durante el tiempo que se quede, ese departamento era tan suyo como de su hijo.

_Claro Mikoto-san

Así todo se dirigieron al edificio del ojinoche y mientras ellas hablaban durante el camino, el pequeño decidió esperar unos segundos para caminar al lado de su Uchiha favorito.

_Sasuke-san

_¿Que pasa mocoso?

A decir verdad el mayor no le puso mucha atención al menor, tanto así que ni bajo la mirada al verlo. Aunque claro, todo cambio cuando el mini rubio le agarro la mano como la cosa más normal del mundo.

_¿Podría jugar conmigo después 'ttebaza?

Ahí sí que bajo la mirada y se encontró con un bonito niño que lo miraba avergonzado pero emocionada. Era muy tierno.

_Después vemos...

Eso decía pero era consiente que terminaría por hacer todo lo que el niño dijera.

_¡Okey, dattebaza!

Respondió emocionado, pues sabía que tarde o temprano el Uchiha siempre aceptaba jugar con él.... Y eso le hacía feliz.

  El adulto miró durante unos segundos al niño e involuntariamente su cuerpo hizo que sonriera. No sabía el porqué, tal vez era culpa del ambiente que le llegó a obligar a sentir ese instinto paternal que nunca tuvo, pero que llegaba a sentir con ese niño que conquistaba su corazón, y sin darse cuenta, tal vez,  lo estaba comenzando a ver como un hijo... Pero pobrecito, todavía no era consiente de eso, pensando que solo era su alucinación.

  Por su parte, ambas señoritas estaban mirando la escena de reojo... Y estaban encantadas.

Mikoto se sentía una mamá gallina orgullosa de su polluelo y estaba tan feliz de verlos así, de verdad parecían padre e hijo, Y ERAN MUY LINDOS. Mucho para el pobre corazón de la azabache... Aunque esto solo la ayudaba más a su misión de unirlos.

Ja, cupido ¿Quién te conoce?

Mientras tanto, la ojiluna se encontraba enternecida por la escena que había sido capaz de observar. Su hijo estaba tan contento con la compañía del ojinoche, provocando que un sentimiento cálido y reconfortante inundará su pecho. Pero eso no era todo, pues ver al azabache siendo tan lindo con su hijo provocó que ese sentimiento que comenzaba a sentir por culpa de ese ojinoche se hiciera un poco más pensado y presente.

A decir verdad no sabía la ojiluna si iba a poder controlar ese sentimiento o que era, pero rezaba para que no se cague todo por culpa de este sentir...

.
[...]
.

Una vez llegaron al departamento del Uchiha, se pusieron a hablar sobre qué comer.

¿Volver o Avanzar? ˢᵃˢᵘʰⁱⁿᵃʳᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora