❝ D i e c i s é i s ❞

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¿Cómo se supone que debería reaccionar a toda esta situación?

 —¿Alguien tiene algo que decir al respecto? —Vociferó YoonGi, poniéndose de pie con su común postura recta y erguida. —Acepto cualquier opinión, excepto si ésta ofende o denigra en algún aspecto a mi pareja. 

Uno de los tantos presentes se puso de pie también, pero no dijo nada hasta que el Alfa Líder le miró, otorgándole el permiso para hablar. —Disculpe mi señor, está bien que este chico sea su pareja, pero todos en la manada deseábamos a una hermosa Omega como su compañera.

 —¿Por qué desearían algo así? Yo tengo el derecho de enamorarme de quien me plazca. Soy libre estar con alguien tal y como ustedes lo han hecho a lo largo de los años. —JiMin miró a YoonGi. La mirada afilada y calculadora en el pálido era escalofriante y al ver a aquel anciano, quien era parte de la manada encogiéndose en su lugar, supo que no era el único que pensaba eso. 

 —Incluso, recientemente han venido un Beta y un Alfa a pedirme mi permiso para casarse, debido a que entre la naturaleza de ambas razas el apareamiento sería complicado y visto como anormal. Lo acepté porque se amaban y sus lobos se habían elegido, ¿Por qué no podrían ustedes hacerme el mismo favor a mí?

 —Lo siento líder, lo que mi padre quiso decir es que la manada creyó que usted tenía inclinación por las mujeres y... —La chica intentó dispersar el error que su padre cometió accidentalmente, pero se percató por si misma que había cavado el hoyo aún más profundo con su comentario. —Líder... 

—¿Otra pregunta? —Todos los presentes se sorprendieron ante el cambio de tema tan radical que YoonGi había hecho. Ignoró y desplazó su mirada lejos del anciano y a su hija con tanta simpleza, que parecía que esos dos no habían preguntado nada anteriormente. 

—¿Ese Omega está calificado para llevar a su descendencia, líder? —Entonces, JiMin sintió que todas sus fuerzas desaparecían de su cuerpo ensegundos. No podía, no iba a llorar por eso ahora, debía dejar de ser tan miserable. —Al igual que su manada, señor YoonGi, pienso que una hembra estaría más capacitada para ese trabajo. 

—Usted y el resto del Alto Mando me pidió emparejarme. Eso hice y no hay nada más que discutir al respecto. —Sentenció, sin embargo, el hombre no estaba dispuesto a concluir de esa forma.—Mire al chico, no dice nada y sólo baja la cabeza. La pareja del líder no debería ser de esa forma. 

—El hombre sonrió agriamente. —¿Acaso estaba desesperado y eso fue lo único que encontró, Alfa Min? 

—Señor BonHwa, con todo el respeto a su persona y como el primer ministro del Alto Mando, le exijo un poco más de respeto, recuerde que está en territorio de los Min. —Esta vez intervino HoSeok, sonriendo y haciendo sobresaltar sus altos pómulos mientras hablaba. —Como hermano de Min YoonGi y como segundo al mando, le pido respeto hacia él y hacia su Omega. Si no, los guardias lo sacarán de aquí inmediatamente.

 Y a penas HoSeok dijo aquello, los guardias hicieron el ademán de estarlistos para hacer lo acatado. El hombre nombrado como BonHwa bufó y tomó asiento nuevamente, calmando sus humos. Por su parte, JiMin se encogió aún más en su asiento al lado de YoonGi, queriendo desaparecer. Sus manos se volvieron puños y comenzó a temblar, obligándose a contener las estúpidas lágrimas que hacían picar sus ojos.

—Muchas gracias HoSeok. —Murmuró YoonGi. Nadie quiso decir algo más, la gran mayoría dispuestos apoyar a su líder con sus decisiones antes de ser expulsados de la manada.

 Sin embargo, JiMin sintió que había arruinado las cosas.

. . . 

—JiMin ¿Qué te ocurre? —Le dijo SeokJin. El chico no había querido ir con YoonGi a la habitación y en cambio, entró a la que anteriormente le perteneció mientras que lloraba. Jin se había acercado, preguntándole porqué lloraba, pero JiMin sólo se negaba a decir qué lo había hecho reaccionar así.

 —Déjame solo. —Dijo, limpiando sus lágrimas con tanta fuerza que temió lastimarse. —Estoy bien.—¿Cómo puedes decir que estás bien?

 —Jin se sentó a su lado, sin embargo, JiMin se alejó un poco de él, ladeando su cabeza para que no viera su rostro sonrosado y cubierto de lágrimas saladas. —Fue por lo que dijo BonHwa ¿Cierto? 

—Ya no importa. —Respondió JiMin. No tenía ganas de hablar, no cuando sesentía tan estúpido.

 Consciente de que JiMin no diría nada, SeokJin no dijo nada más y salió de la habitación, dejando al menor mirando la ventana como si no hubiese nada más interesante que ver. El problema no eran los cachorros, ya que eso, apesar de lo que la manada creía, no lo correspondía a él. Luego de que todo llegara a su fin y él regresara Busan, seguramente llegaría esa Omega hembra que toda la manada deseaba para su líder. 

El problema no era ser juzgado por la manada. El problema no era lo que esperaban de él. El verdadero problema era que todas esas personas ahora confiaban en él cuando, al igual que ese tal BonHwa había dicho, YoonGi estaba desesperado y lo había elegido como un recurso para salvarse de un matrimonio arreglado por el Alto Mando; se sentía un objeto interesante que fue encontrado dentro de la mismísima basura. 

La realidad dolía, y nadie más que él lo supo en ese instante. 

¿Y si YoonGi no lo hubiese encontrado? Probablemente seguiría estando con JungKook. ¿Y si hubiese muerto antes de que YoonGi lo encontrara? Tal vez no estuviese sufriendo tanto como ahora lo hacía. 

Si YoonGi hubiera encontrado a otra persona en lugar de a él, no habría diferencia. No era más que un extraño haciéndose el importante al jugar ser pareja de alguien tan poderoso como lo era YoonGi. Cada día se sentía mássolo, más patético y menos fuerte. HoSeok había tenido que defenderlos, ya que él no tuvo la valentía hacerlo. 

JiMin nunca se defendía, y no entendía por qué.

 Había perdido toda razón de defenderse cuando lo separaron de sus padres y de las demás personas que quería, en ese entonces, sus ganas de pelear y luchar se habían esfumado en un abrir y cerrar de ojos. Lo criticaban y él lo permitía. JungKook lo golpeaba y él lo permitía. Le decían que fue sacado de la basura y él lo permitía. Porque incluso, su lobo permanecía muy dentro de él, siempre pacífico y recostado en lo más profundo de su interior sin hacer nada al respecto. 

Los lobos de los cambiaformas emergían debido a que la persona lo convocara o, en la minoría de los casos, emergían por si solos para defenderse. En situaciones de peligro extremo o miedo, los lobos tomaban el control por sobre el lado humano y sin el permiso de éste, salían a la luz; su lado lobuno era más capaz de defenderse y luchar mucho mejor. Pero el de JiMin no lo hacía y al igual que su lado humano, permitía que abusasen de él. Que lo hirieran. 

Simplemente, lo había perdido todo. Incluso las esperanzas de ser feliz. 

(••𝖉𝖚𝖑𝖈𝖊••)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora